Londres, 24 agosto de 2021.- Los líderes del G7 comenzaron a diseñar este martes una estrategia conjunta para relacionarse con los talibanes más allá del 31 de agosto, cuando Estados Unidos prevé retirar su tropas de Afganistán, y establecer vías seguras para que continúen saliendo personas del país más allá de esa fecha.
Los mandatarios europeos que trataban de persuadir al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para alargar su presencia militar en Kabul no lograron su objetivo en una reunión virtual del club de países ricos convocada por el primer ministro británico, Boris Johnson, presidente de turno del grupo.
La operación para continuar evacuando a personas a bordo de aviones continuará «hasta el último momento», dijo el jefe de Gobierno del Reino Unido, que admitió que la situación sobre el terreno en las inmediaciones del aeropuerto de Kabul «no está mejorando».
Mientras los países con presencia militar en Afganistán continúan tratando de repatriar a sus nacionales y facilitar la huida al personal local que ha colaborado con sus misiones en las últimas dos décadas, los talibanes, que han tomado el control de la capital, han vetado la llegada de afganos al aeropuerto.
Los insurgentes han advertido que solo permitirán la entrada al aeródromo a los extranjeros a partir de ahora, lo que agrega aún más dificultades a la operación.
RELACIONES A LARGO PLAZO
Más allá de la coordinación para acelerar las evacuaciones más inmediatas, los mandatarios de EE.UU., el Reino Unido, Alemania, Francia, Italia, Canadá, Japón y la Unión Europea (UE) dedicaron parte de su encuentro a abordar un marco conjunto para tratar con el régimen talibán en el futuro.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y el de la ONU, António Guterres, estuvieron asimismo presentes en la reunión virtual.
«Tenemos que relacionarnos con los talibanes», esgrimió tras el encuentro Johnson, mientras que la presidenta de la Comisión Europea (UE), Ursula von der Leyen, puntualizó que el reconocimiento oficial de su Gobierno «no está sobre la mesa».
En el comunicado conjunto oficial tras la reunión, divulgado por Downing Street, los líderes del G7 sostuvieron que «la legitimidad de cualquier futuro Gobierno depende de la postura que tome ahora para cumplir con sus obligaciones internacionales y compromisos para asegurar un Afganistán estable».
CORREDORES SEGUROS
La principal exigencia que el G7 como grupo trasladará a los talibanes será mantener abiertos pasos seguros para que las personas que quieran abandonar Afganistán más allá del 31 de agosto puedan hacerlo, dijo Johnson.
En ese mismo sentido, el primer ministro italiano, Mario Draghi, defendió la necesidad de «mantener un canal de contacto incluso después de la fecha límite del 31 de agosto y la posibilidad de tránsito seguro desde Afganistán».
La canciller alemana, Angela Merkel, apremió por su parte a buscar una «vía civil» para continuar con las evacuaciones una vez los soldados estadounidenses se hayan retirado.
Dentro del régimen talibán, «algunos dirán que no aceptan (esas condiciones) y otros, espero, verán que tiene sentido», consideró el primer ministro británico, que aseguró que los países ricos representados en la reunión de hoy cuentan con suficientes mecanismos «económicos, diplomáticos y políticos» para imponer sus condiciones.
DERECHOS HUMANOS
Los líderes del G7 recalcaron la exigencia de que los talibanes respeten los derechos humanos, en particular los de las mujeres y las minorías étnicas y religiosas, y eviten que el país se convierta en un refugio para terroristas.
También instan al futuro régimen afgano a garantizar el acceso «incondicional» de trabajadores humanitarios y a garantizar su seguridad, así como a establecer medidas efectivas para contrarrestar el tráfico de drogas.
Esperan asimismo que «todas las partes» involucradas trabajen «de buena fe» para formar un gobierno «inclusivo y representativo» en el país, que incluya la participación de mujeres y minorías.
Guillermo Ximenis