Washington, 11 agosto de 2021.- El Gobierno de Estados Unidos afirmó este miércoles que el Gobierno afgano debe decidir si tiene la voluntad política para contraatacar a los talibanes, ya que, insistió, dispone de todo lo que necesita para hacerlo.
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo en su rueda de prensa diaria que EE.UU. sigue «de cerca» el deterioro de la situación de seguridad en Afganistán, aunque consideró que ningún resultado en concreto es «inevitable», ante las especulaciones de que Kabul pueda caer en manos de los insurgentes en 90 días.
«Seguiremos coordinando bombardeos con y en apoyo de las fuerzas afganas», subrayó Psaki.
La portavoz aseguró que EE.UU. seguirá suministrando comida y equipamiento a las fuerzas afganas, pagará sus salarios y les dejará todos los sistemas de defensa que les ha proporcionado durante los últimos 20 años.
Psaki remarcó que ahora es el turno de los afganos de unirse y decidir el futuro de su país, tras la retirada de las fuerzas de EE.UU., que culminará a finales de este mes, después de 20 años de guerra.
En ese sentido, «los talibanes deben evaluar qué papel quieren tener en la comunidad internacional», agregó.
Los insurgentes continúan su rápido avance con la toma de nueve capitales provinciales afganas en menos de una semana, mientras la comunidad internacional intenta presionarlos para que detengan la violencia y se sienten a negociar.
Sin embargo, la estrategia de los talibanes no parece pasar por ahora por la mesa de negociación, al haber intensificado su ofensiva contra el Gobierno afgano en coincidencia con el inicio de la fase final de la retirada de las tropas extranjeras, el pasado 1 de mayo.
Mientras prosiguen los combates, la comunidad internacional busca presionar a los talibanes para que declaren un alto el fuego y, como hicieron con Estados Unidos en Doha en febrero del año pasado, alcancen un acuerdo con el Gobierno afgano para poner fin a la guerra.
El enviado especial de EE.UU. para Afganistán, Zalmai Khalilzad, artífice del acuerdo con los talibanes que propició la retirada de las tropas extranjeras del país asiático, se encuentra en estos momentos en Doha para tratar de buscar una salida diplomática al conflicto.