Berlín, 6 diciembre 2023 .- Un portavoz del Gobierno alemán pidió hoy «voluntad política» para que el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5 grados se mantenga «al alcance», el día que Berlín publica su primera estrategia de política climática exterior con ocasión de la COP28 en Dubái.
El representante del Ministerio de Exteriores Sebastian Fischer declaró durante una rueda de prensa en Berlín que sigue siendo posible mantener los objetivos del Acuerdo de París con los instrumentos existentes y dijo que sería «negligente» abandonarlos.
«Con temperaturas más altas, las consecuencias serían muy dramáticas en algunas regiones. Tenemos el dinero y la tecnología, lo que falta es la voluntad política», indicó y agregó que en la COP28 Berlín está presionando en este sentido.
Fischer aseguró que la cumbre en Dubái debe constituir un «punto de inflexión» y que es necesario que las partes se comprometan con el abandono de los combustibles fósiles, con el carbón en primer lugar.
El portavoz recordó que el objetivo global que se debe alcanzar es triplicar el uso de energías renovables y duplicar la eficiencia energética hasta 2023.
En vísperas de que la titular de Exteriores, Annalena Baerbock, viaje a Dubái para las negociaciones a nivel de ministros, el Gobierno alemán publicó hoy su primera estrategia de política climática exterior, que pretende ser una hoja de ruta para un actuación coherente de los diferentes Ministerios en este sentido.
La estrategia comprende seis ámbitos de actuación, entre los que se cuentan la transición energética, la solidaridad con los países más afectados por la crisis climática y una economía financiera compatible con el clima.
«Ya no se trata de G7 contra G77», declaró Baerbock según un comunicado, en referencia al grupo de naciones industrializadas y a la coalición de países en desarrollo, respectivamente.
«Se trata de hacer causa común con aquellos de los que esperamos que quieran evitar la crisis climática y así lograr más justicia en el mundo», agregó.
Por su parte, el ministro de Economía, Robert Habeck, señaló que la guerra de Ucrania ha demostrado que un suministro energético «seguro, climáticamente neutral y barato» no solo es importante para luchar contra la crisis climática, sino también para garantizar la seguridad energética y hacer posible que las regiones más desfavorecidas a nivel global puedan desarrollarse de forma justa.
EFE
