Santiago de Chile, 11 diciembre.- El Gobierno de Chile hizo este viernes un enérgico llamado a respetar la cuarentena que regirá este fin de semana en la capital y pidió «en especial» a los más jóvenes que se queden en casa, pues son los que más están diseminando el coronavirus.
«Las medidas adoptadas para la Región Metropolitana (a la que pertenece Santiago) son preventivas y esperamos que sean transitorias, ya que justamente están destinadas a evitar medidas mucho más extremas», dijo el ministro chileno de Salud, Enrique Paris.
El jueves comenzaron nuevas restricciones en Santiago, donde la situación es «crítica» tras un aumento considerable de los nuevos contagios y de los hospitalizados en los últimos días.
Paris informó que en las últimas 24 horas se registraron 1.531 nuevos contagios por covid-19 y ocho fallecidos en todo el país, lo que eleva el balance total desde marzo a 567.974 infectadas y 15.782 decesos, a los que habría que añadir casi 5.000 que están a la espera de una prueba PCR.
Tarapacá, Coquimbo, Maule, Biobío y Metropolitana son las regiones con mayor aumento de casos confirmados en los últimos siete días, mientras que Magallanes, en el extremo sur, continua disminuyendo su tasa de incidencia pero sigue siendo la más alta a nivel nacional.
Es justamente en las regiones del sur donde el Gobierno pretende iniciar un plan de inmunización con vacunas Pfizer, en caso de darse la viabilidad técnica y la comisión de expertos a cargo autorice el próximo miércoles la aplicación del antídoto.
Cerca de 30.000 dosis de la vacuna Pfizer llegarían a Chile en el transcurso de este mes, siento distribuidas en los territorios más afectados y en la Región Metropolitana.
A la fecha, 10.526 pacientes se encuentran en etapa activa de la enfermedad, 663 personas permanecen hospitalizadas en unidades de cuidados intensivos y 67 pasan por un estado crítico de salud.
Después de tres meses con medidas de retroceso y apertura gradual de la economía y luego de estar al borde del colapso sanitario en junio pasado, Santiago retrocedió este jueves a la segunda de las cinco fases del plan de transición al desconfinamiento total, que implica cuarentenas los fines de semana y el cierre de comercios no esenciales, así como la prohibición de los traslados entre regiones.
El Gobierno calcula que una segunda ola podría llegar en enero y ha elaborado tres hipotéticos escenarios, siendo el más grave el que contempla un pico de 9.000 casos diarios, casi 2.000 infectados más al día que durante la etapa más dura de la pandemia registrada en junio.
Con casi 5,7 millones de exámenes en nueve meses, Chile es el país que más pruebas ha hecho por millón de habitantes en la región y uno de los primeros a nivel mundial.