La Habana, 27 mayo.- El Gobierno cubano denunció este jueves que la isla ha sido víctima de 713 actos terroristas organizados, financiados y ejecutados en su mayoría por Estados Unidos, en respuesta a la decisión de Washington de mantener a Cuba en su lista de países que no cooperan con la lucha antiterrorista.
El Ministerio de Exteriores del país caribeño aseguró en una declaración divulgada en su página web que estas acciones le han costado la vida a 3.478 personas, provocado incapacidades a unas 2.099 y supuesto un perjuicio económico de 181.000 millones de dólares.
El país caribeño rechazó así la decisión del Departamento de Estado de mantenerlo en su lista de naciones que «no cooperan plenamente con los esfuerzos antiterroristas de los EE.UU.».
El anuncio, hecho público hace dos días, fue recibido por La Habana como «una acusación totalmente infundada y utilizada con fines políticos que intenta justificar las agresiones» en su contra, incluido el embargo económico.
La nota oficial sostiene que esa lista «carece de legitimidad», es contraria al Derecho Internacional y la Carta de las Naciones Unidas, y representa una acción «irresponsable y vergonzosa».
El Ejecutivo cubano criticó la negativa de las autoridades estadounidenses a cooperar en el enfrentamiento al terrorismo reflejada en que «nunca ha devuelto a nuestro país a uno solo de los fugitivos de la justicia cubana, ni siquiera ha juzgado a alguno de ellos por los crímenes y actos terroristas».
La Administración de Donald Trump (2017-2021) devolvió a Cuba a la lista de «no cooperadores» en mayo de 2020 y en enero pasado la incluyó en la de «patrocinadores» del terrorismo, una de las últimas decisiones que tomó antes de salir de la Casa Blanca.
Cuba había salido de ambas listas en 2015, en el contexto del «deshielo» con la Administración de Barack Obama (2007-2017).
Washington alegó que la medida responde a la presencia en La Habana de miembros de la guerrilla colombiana del Ejército de Liberación Nacional (ELN) que llegaron en 2017 para continuar negociaciones de paz con el Gobierno, iniciadas en Quito.
Al romperse esos diálogos, el presidente colombiano, Iván Duque, solicitó a Cuba la extradición de los guerrilleros, algo rechazado por La Habana al asegurar que se violarían los protocolos del diálogo de paz.
Al respecto, el país caribeño reiteró hoy que «mantiene su compromiso con el proceso de paz en Colombia, a pesar de ser víctima de reiterados actos inamistosos y deshonestos, políticamente motivados».