Lisboa, 21 de diciembre de 2021 – El Gobierno portugués defendió hoy que era necesario salvar a la aerolínea TAP con las ayudas públicas que acaban de recibir luz verde de la Comisión Europea debido al impacto que tiene en la economía del país, y descartó su privatización.
«No podemos perder una empresa con un impacto económico de esta dimensión», dijo el ministro de Infraestructuras, Pedro Nuno Santos, en rueda de prensa después de que Bruselas autorizase las ayudas públicas de 2.550 millones de euros concedidas al Grupo TAP para favorecer su viabilidad.
Santos explicó que de los 2.550 millones de euros 1.200 millones corresponden al capital inyectado por el Estado en 2020; 990 millones a otra inyección que se hará en 2022, y 360 millones a un préstamo privado con aval del Estado, que posteriormente se convertirá en capital de la empresa.
A ese montante se suman 107 millones de euros de compensación a la aerolínea por los daños sufridos por la pandemia en el segundo semestre de 2020 y otros 462 millones que ya habían sido autorizados por la Comisión por la primera mitad de 2020, por lo que las ayudas totales superarán los 3.100 millones de euros.
Con estas inyecciones, el Estado pasa a tener el 100 % del capital de la aerolínea y mantiene el 72,5 % del Grupo TAP, que incluye otros activos, como compañías de asistencia en tierra («handling») o la aerolínea Portugália.
«TAP es una empresa fuertemente exportadora y esto es de una importancia vital para una economía que tiene sistemáticamente una balanza comercial desequilibrada», justificó el ministro, que insistió en que Portugal no se puede dar «el lujo» de perder a TAP.
El ministro aseguró que la privatización «no está en este momento encima de la mesa», pero el Gobierno trabajará para que pueda integrarse en un «grupo importante de aviación» porque «en este negocio altamente competitivo una aerolínea no sobrevive aislada».
Las ayudas están ligadas a un plan de reestructuración para el grupo, que tenía unos 10.000 trabajadores antes de la pandemia y ha reducido su plantilla en casi un 30 %.
Bruselas no ha exigido más despidos ni recortes de salarios, pero TAP se ha comprometido a ceder 18 de sus franjas horarias en el aeropuerto de Lisboa, donde en 2019 representó más del 50 % de las llegadas y salidas.
Estas franjas serán distribuidas a otras aerolíneas por concurso, precisó el ministro.
EFE