López de Micay/Timbiquí (Colombia), 25 enero de 2024.- La escarpada geografía gobernada por la selva del departamento del Cauca recibió este jueves al presidente colombiano, Gustavo Petro, quien escuchó en las voces de estas poblaciones afrodescendientes los reclamos y agravios ocasionados por décadas de abandono estatal.
El mandatario les prometió un cambio para lograr transformar un territorio donde la coca y la guerra se apoderaron de las poblaciones.
López de Micay y Timbiquí abrieron las puertas de sus coliseos para decirle al mandatario y su gabinete que les falta salud, educación, infraestructura, carreteras y una economía lícita sostenible y perdurable.
Petro y la vicepresidenta y ministra de Igualdad y Equidad, Francia Márquez, fueron recibidos entre vítores y gritos en ambas poblaciones, donde los que no alcanzaron a entrar a los coliseos los saludaron en las calles bajo el picante sol que no logró que desfallecieran.
«Por primera vez llega un presidente (…) nunca siquiera voltearon a mirar estos territorios», aseguró Márquez antes de hacer algunos anuncios como la creación de una sede universitaria en la vecina Guapi, el apoyo para la finalización del acueducto del casco urbano y la construcción de una sede para la Alcadía de López de Micay.
También el Gobierno hizo algunos anuncios en temas de acceso a agua potable, el apoyo a las mujeres con proyectos de economía solidaria y el impulso de proyectos que garanticen la energía, pues en López de Micay llevan tres días sin luz.
En Timbiquí se construirá un hospital, anunció el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, además de la reparación de seis puestos de salud y la construcción de cuatro nuevos.
El cañón el Micay
Esta zona, formada por los municipios de López de Micay, El Tambo y Argelia ha sido durante el último año uno de los focos de atención del Gobierno colombiano, que ha lanzado varias ofensivas y ha intensificado la presencia en este enclave cocalero y minero, donde las guerrillas gobiernan de facto gracias a las economías ilegales.
De hecho, El Plateado fue el motivo de la ruptura momentánea que tuvieron el Gobierno y el Estado Mayor Central (EMC), principal disidencia de las FARC, y la región uno de los principales escollos para las negociaciones de paz y el cese el fuego bilateral que la semana pasada se prorrogó.
La llegada del presidente a López de Micay coincide con una disminución de los enfrentamientos que en los últimos meses no dieron tregua, explicaron unas vecinas de la población a EFE, confiando en que esta relativa calma perdure en el tiempo.
Atender las necesidades olvidadas
El mandatario defendió la posibilidad de construir un puente en López de Micay: «si hay un puerto podemos llegar a la China, así de simple, y a la China le va a interesar que no le lleven cocaína, sino que le lleven camarones».
«El Estado no ha estado, cuando está viene armado y es a resolver problemas irresolubles», dijo Petro en la primera población, para continuar en Timbiquí: «La Fuerza Pública debe ser una aliada a la población que solucione problemas básicos, no que le coloque nuevos problemas a los que ya tiene, como ha sucedido en el pasado».
La obligación del Gobierno es cumplir con las peticiones de la población, en palabras de Petro, y «no discutirlas».
El Gobierno colombiano lleva cuatro días gobernando desde el Pacífico colombiano como parte de priorizar su estrategia de gobernar «con el pueblo» y llevar desarrollo y transformación territorial a las regiones tradicionalmente excluidas.
EFE