Estrasburgo (Francia), 19 de octubre de 2021.- El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, escaló este martes la tensión entre su Gobierno y la Comisión Europea (CE) en un bronco debate en el Parlamento Europeo en el que afirmó que Varsovia “no se dejará chantajear” ante las críticas a la sentencia que considera inconstitucionales varios artículos del Tratado de Adhesión a la Unión Europea (UE), emitida por un tribunal controlado por el Ejecutivo.
Morawiecki intervino después de que la presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, reiterara que Bruselas tiene la intención de “actuar” ante el órdago judicial polaco que cuestiona la primacía del derecho comunitario en este país, frente al que se manejan opciones legales y de congelación de diferentes fondos comunitarios que corresponden a Varsovia, si bien aún no se han anunciado medidas concretas.
“No nos quedaremos callados mientras nuestro país es atacado, también en esta sala, de manera injusta e imparcial”, dijo Morawiecki, que consideró “inaceptable” que se estén considerando penalizaciones financieras y que, a su juicio, se emplee contra Polonia “el lenguaje de las amenazas”.
Morawiecki, a quien se habían concedido quince minutos de turno de palabra, habló durante más de 33 minutos y reclamó que no se le interrumpiera cuando el vicepresidente de la Eurocámara le pidió que respetara los tiempos que le habían sido asignados. Su intervención, trufada de aplausos de la bancada del grupo conservador, también provocó algunos abucheos del resto de la Eurocámara, especialmente ante su confrontación con la mesa del Parlamento.
El primer ministro polaco criticó con dureza el doble rasero que a su juicio se aplica desde Bruselas en los contactos políticos con los diferentes Estados miembros y aseguró que la ley comunitaria tiene primacía sobre la doméstica “en áreas concretas”, por lo que “si una institución transgrede sus competencias delegadas un Estado miembro debe tener las herramientas para reaccionar”.
Sobre la polémica sentencia de su Tribunal Constitucional, Morawiecki se refirió a un “profundo malentendido” y afirmó que “el principio de la primacía de la ley europea no debe amenazar el sistema constitucional de un Estado miembro” y que Polonia “nunca aceptará instrucciones o dictados hacia los Estados miembros”.
“Nuestra Constitución no permite delegar competencias de forma que resultase en la conclusión que Polonia ya no es un Estado soberano”, explicó Morawiecki, que advirtió de una “revolución sigilosa” a través de las sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que estaría “derivando nuevas competencias” hacia Bruselas.
“Si queremos cooperar, debemos estar de acuerdo en que existen diferencias. La Unión Europea no se va a desintegrar solo porque nuestros sistemas legales son diferentes, llevamos décadas funcionando así”, dijo.
Muy combativo en sus palabras, el mandatario polaco también hizo hincapié en «las diferencias» que hace la UE entre los Estados miembros, aseguró que desde Polonia ven «la división entre países fuertes, débiles, nuevos y viejos», y pidió no fingir que no hay problemas en el seno del proyecto europeo.
En cualquier caso, despejó las dudas sobre si Polonia seguirá los pasos del Reino Unido en proponer una salida de la Unión Europea y afirmó que Europa “es nuestro lugar y no nos vamos a ir de aquí”. “Queremos que Europa sea fuerte y valiente”, afirmó, al tiempo que pidió que la UE “respete las culturas y tradiciones desde las que ha emergido”.
BRUSELAS ACTUARÁ ANTE EL ÓRDAGO POLACO
Antes de Morawiecki, participó en el pleno la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que lamentó un “empeoramiento” de la situación de la independencia judicial en Polonia y advirtió que la sentencia del Constitucional polaco “pone en cuestión” los principios básicos de la Unión Europea.
“Es la primera vez que un tribunal de un Estado miembro declara que los tratados de la UE son incompatibles con la Constitución nacional. Esto tiene graves consecuencias para el pueblo polaco. Porque la sentencia tiene un impacto directo en la protección del poder judicial. Sin tribunales independientes, los ciudadanos tienen menos protección y, en consecuencia, sus derechos están en juego”, dijo Von der Leyen.
“La Comisión Europea está, en este momento, evaluando cuidadosamente esta sentencia. Pero ya puedo decírselo, estoy profundamente preocupada. Esta sentencia pone en cuestión los fundamentos de la Unión Europea. Es un desafío directo a la unidad del ordenamiento jurídico europeo”, añadió.
Entre las herramientas de las que dispone Bruselas para responder a este desafío, un paso más en el tira y afloja con Varsovia en el último lustro, Von der Leyen mencionó la posible activación del nuevo mecanismo para vincular el presupuesto con los valores del Estado de derecho, que aún no se ha puesto en marcha pese a llevar casi diez meses en vigor, o el lanzamiento de nuevos procedimientos de infracción para, en última instancia, llevar ante la justicia europea la decisión del Constitucional polaco.
La presidenta de la CE también recordó el artículo 7 de los tratados, que lleva varios años activado contra Polonia pero estancado en su fase de diálogo y con escasas posibilidades de llegar a retirar a Varsovia su derecho a voto en el Consejo.
«Déjenme recordarles que el Tribunal Constitucional polaco que hoy ha puesto en cuestión la validez de los tratados es el mismo Tribunal que, bajo el artículo 7, consideramos que no es independiente ni legítimo. De muchas maneras, esto cierra el círculo», resumió Von der Leyen.
EFE