El Gobierno y la oposición alemana terminan sin resultados la reunión sobre migración

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El canciller alemán Olaf Scholz (4-I) hace un gesto hacia el presidente del grupo regional de la Unión Social Cristiana (CSU) en el parlamento alemán 'Bundestag', Alexander Dobrindt (5-I), junto a la ministra del Interior alemana Nancy Faeser (6-I), el ministro de Salud alemán Karl Lauterbach (2-I), el ministro de Trabajo alemán Hubertus Heil (I), la ministra alemana de Cooperación Económica y Desarrollo Svenja Schulze 3i y el portavoz del gobierno alemán Steffen Hebestreit (7-I) durante una ceremonia con motivo del 75 aniversario del parlamento alemán 'Bundestag' en Berlín, Alemania, el 10 de septiembre de 2024. (Alemania) EFE/EPA/CLEMENS BILAN

Berlín, 10 de septiembre de 2024.- La reunión del Gobierno y la oposición en Alemania dedicada a buscar una estrategia común para reducir la migración irregular se cerró este martes sin resultados y sin la perspectiva de que siga habiendo nuevos encuentros.

El motivo central del fracaso de las conversaciones fue la negativa del Gobierno a hacer devoluciones en caliente de peticionarios de asilo que, según el Tratado de Dublín, tendrían que someterse al proceso de reconocimiento en otro país de la Unión Europea (UE).

La propuesta del Gobierno fue crear centros de acogida cerca de las fronteras y acelerar los procesos de las casos relacionados con el Tratado de Dublín para luego proceder a la expulsión al país respectivo.

«Nuestro modelo es compatible con el derecho europeo y es efectivo», dijo la ministra de Interior, la socialdemocrata, Nancy Faeser.

El ministro de Justicia, el liberal Marco Buschmann, señaló, con respecto a la propuesta de la oposición de hacer devoluciones en caliente, que «no se le puede pedir a ningún Gobierno que tome medidas que van contra el derecho y la jurisprudencia europea» en alusión a algunas sentencias al respecto.

Buschmann, sin embargo, agregó que actualmente hay decenas de miles de casos en los que no se cumple el derecho europeo, ya que hay refugiados en Alemania que, según el Tratado de Dublín, deberían someterse al proceso de reconocimiento de asilo en otro país.

La ministra de Exteriores, la verde Annalena Baerbock, por su parte, lamentó que la oposición hubiera roto las conversaciones aunque todavía había muchos temas en la agenda.

El jefe de la oposición, el presidente de la Unión Cristianodemócrata (CDU), Friedrich Merz, que no estuvo en las conversaciones, acusó a Los Verdes de haber bloqueado un posible compromiso.

«Mi conjetura es que Los Verdes han bloqueado la posibilidad de un acuerdo y no permitieron que el Partido Socialdemócrata (SPD) y el Partido Liberal (FDP) fueran tan lejos como querían. Con ello fracasó el intento de lograr una postura común», dijo Merz.

El jefe de la delegación de la oposición, el secretario del grupo parlamentario conjunto de la CDU y su partido hermano la Unión Socialcristiana (CSU), Thorsten Frei, dijo que aunque las propuestas de la oposición son una mejora frente al statu quo al no contemplar las devoluciones en caliente no sirven de base para continuar con conversaciones en el mismo formato.

«El Gobierno dio a entender en los últimos días que estaba dispuesta a considerar devoluciones en caliente en las fronteras. Las propuestas que se hacen sin embargo no tienen que ver con devoluciones en caliente sino con que se aceleren los procesos con la gente ya en el país», dijo Frei.

Frei aseguró que algunas de las propuestas representarían una mejora con respecto a la situación actual y que la oposición las acompañaría de manera constructiva en el trámite parlamentario pero que, al no contemplar las devoluciones en caliente en las fronteras, no son una base para futuras conversaciones en el mismo formato.

La reunión de este martes se convocó bajo la conmoción provocada por el atentado de Solingen, de presunta motivación islamista, en el que murieron tres personas apuñaladas por un peticionario de asilo sirio que había debido ser deportado a Bulgaria donde había pisado por primera vez suelo de la UE.

El atentado se produjo justo una semana antes de las elecciones regionales de Turingia y Sajonia, ambos en el este de Alemania, donde la ultraderechista Alternativa por Alemania (AfD) -que tiene como principal baza política su rechazo a la inmigración obtuvo grandes resultados.

En Turingia fue el partido votado y en Sajonia ocupó el segundo lugar.

EFE