París, 6 de agosto de 2025.- El incendio que se declaró el martes por la tarde en el macizo de Corbières, a una treintena de kilómetros de la ciudad francesa de Narbona, y que después de avanzar muy rápido ha arrasado ya 16.000 hectáreas, es uno de los mayores de la historia del país.

La Prefectura ha comunicado esta nueva cifra poco después de las 14.00 locales (12.00 GMT) y ha indicado que están trabajando sobre el terreno 1.900 bomberos con 500 vehículos en los 90 kilómetros de perímetro del incendio.

El siniestro causó la muerte la pasada noche de una mujer de una sesentena de años que no quiso evacuar su casa en Saint Laurent de la Cabrerisse y hay otra persona desaparecida en esa misma localidad, donde sufrieron heridas otras dos más, una de ellas de extrema gravedad.

Otros siete bomberos resultaron heridos leves por la noche, y a eso hay que añadir el accidente de un camión de bomberos que ha volcado esta mañana, con un efectivo herido de gravedad y tres levemente, según el subprefecto de Narbona, Rémi Recio.

Recio ha explicado que a los bomberos que trabajan en tierra les están apoyando desde el aire seis hidroaviones de tipo Canadair, tres bombarderos de agua Dash y tres helicópteros.

En paralelo, en el departamento de Aude se han desplegado 200 gendarmes, en parte llegados del exterior, entre otras cosas para gestionar el flujo de vehículos que se ha complicado con el corte de la autopista A9, que va hasta la frontera española de La Jonquera, a la altura de Rivesaltes, a pocos kilómetros al norte de Perpiñán.

Ese corte de la que es la principal vía de comunicación con España ha generado kilómetros de retenciones en las carreteras de los alrededores, por las que los conductores buscan alternativas para continuar su viaje.

La Prefectura del departamento de Aude, con capital en Narbona, ha subrayado el rápido avance del fuego en las primeras horas, a un ritmo de 6 kilómetros por hora, a causa del viento.

El Ministerio de la Transición Ecológica ha indicado en un comunicado que es «el segundo fuego más importante de los últimos 50 años», y ha recordado que desde 1976 solo otro en 2022 había superado el umbral de las 10.000 hectáreas.

La superficie quemada en el macizo de Corbières desde el martes equivale a lo que ardió en toda Francia, respectivamente, en 2019, en 2020, en 2021 y en 2024, y el doble de lo de 2023.

Hasta ahora, el mayor incendio que se ha producido en este país, al menos en tiempos recientes, quemó 50.000 hectáreas de pinos al sur de Burdeos en 1949, una catástrofe en la que además murieron 82 personas.

En el verano de 2022 también al sur de Burdeos hubo dos grandes incendios que se prolongaron durante semanas y que en total quemaron 30.000 hectáreas. Ese año ardieron en total 72.000 hectáreas de monte en Francia, seis veces más que la media de los últimos años.

En su cuenta de X, el presidente francés, Emmanuel Macron, ha asegurado que «se han movilizado todos los medios de la nación» y ha mostrado su apoyo a los bomberos y al resto de los que trabajan contra las llamas, así como su confianza «en el Gobierno y en los cargos electos, plenamente comprometidos».

El jefe del Estado ha pedido a la población «la mayor prudencia y que respete las consignas de las autoridades».

Esta tarde está prevista la llegada al lugar del siniestro del primer ministro, François Bayrou.

El fuego comenzó hacia las 16.00 locales (14.00 GMT) del martes junto a una carretera en el término municipal de Rebaute, lo que ha llevado al portavoz de la Gendarmería francesa, el teniente coronel Erwan Coiffard, interrogado en la emisora France Info, a decir que hay pocas dudas sobre el origen humano del fuego.

De hecho, el alcalde de Ribaute, Alain Coste, ha señalado en la televisión TF1 que podría haber sido una colilla: «Es increíble que la gente pueda ser tan inconsciente».

EFE

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