El islandes Björgólfur Thor Bjorgolfsson decidió entrar fuerte al país. Como buen aventurero, vio en el frenazo económico producto de la pandemia, más una oportunidad que una fuente de temores o de parálisis empresarial. Y se la jugó a fondo en Colombia dentro de su estrategia de expansión en América Latina.
No contento con la tajada del espectro que logró en la subasta a través de la empresa Novator Partners, decidió adquirir una participación mayoritaria de las acciones de Avantel, empresa que se encuentra desde finales del año pasado en proceso de reorganización regido por la ley 1116 de 2006 ante la Superintendencia de Sociedades – SIC -.
Björgólfur Thor ya había pisado tierras americanas en 2015 cuando entró a Chile aliado a socios locales y adquirió una compañía de telecomunicaciones quebrada de la que nació WOM (Word Of Mouth), que con una estrategia de precios bajos se ha convertido en el cuarto operador móvil en Chile. WOM será el nombre que utilizará en Colombia, Avantel desaparecería como marca. Es dueño del 100 % del operador islandés Nova (Iceland Telecom), y tiene el control de la empresa de telecomunicaciones Play en Polonia, líder en el mercado.
Presidente de Novator Partners, sorprendió por su interés en ser un pesado jugador en la puja por el espectro radioeléctrico colombiano realizada en diciembre del año pasado. Sin embargo no le fue del todo bien, un error atribuido a mala digitación por parte de sus abogados le costó $ 42.000 millones, valor de la garantía de seriedad de la oferta cuando se echó para atrás en la compra de uno de los bloques, el de 10 mHz en la banda de 2.500 MHz. Para los demás operadores, esta situación fue un clara alteración del proceso de subasta e interpusieron recursos. Finalmente, el Ministerio de TIC aceptó la devolución por parte de Novator Partners y explicó que esta situación no afecta las demás asignaciones, por lo tanto, Partners se quedó con un bloque de 20 MHz en la banda de 700 MHz y de 30 MHz en la de 2.500 MHz.
Con una perpetua sonrisa de medio lado y aire de suficiencia, este billonario que con sus USD$ 2.100 millones aparece en la lista de los billonarios del mundo, no es muy querido en su país. Para los islandeses Thor es el símbolo de la bancarrota de la crisis 2008-2009 en que terminó Islandia, una nación que se acostó siendo “la más feliz del mundo” y despertó en una crisis financiera que implicó el colapso de sus tres bancos principales y un pánico bancario. Sus 320.000 compatriotas culpan a Thor y a la veintena de banqueros, políticos y empresarios sin escrúpulos que aprovecharon una exagerada desregulación para enriquecerse salvajemente y de paso llevar al país a la ruina con sus negocios en el extranjero, sus arquitecturas bancarias pirotécnicas y sus bonos millonarios. Björgólfur pidió perdón público a sus compatriotas al considerarse responsable del fiasco que llevó a la quiebra estos tres bancos.
Björgólfur Gudmundsson, su padre, es señalado como uno de los principales actores detrás del desastre económico en todos los medios islandeses, ya había sido condenado en los años 80 a pagar un año de cárcel por fraude contable cuando trabajaba en la segunda naviera del país. Se enriqueció con los negocios nacionales e internacionales de su hijo, quien lo puso al frente del Banco Lansbanski, cuya presidencia concluyó abruptamente el 7 de octubre de 2008, cuando la Autoridad de Supervisión Financiera de Islandia (FME) intervino la empresa y tuvo que declararse en bancarrota con una deuda personal de USD 750 millones, de los cuales US 500 millones se los debía al banco Landsbanki.
Su hijo Björgólfur Thor quien desde niño tuvo alma de empresario y para el momento de la crisis ya tenía una fortuna de USD 4 mil millones, perdió en 12 meses como principal accionista de Landsbanki el 99% de su fortuna. Según el mismo comenta “Cuando me fui a la cama el viernes 3 de octubre de 2008, valía £ 3 mil millones, para el lunes por la noche, todo se había perdido”, experiencia que le permitió escribir un libro que tituló “Cómo perder 4.000 millones de dólares en ocho meses”.
Rehizo su fortuna en tres años y regresó a la lista de Forbes ya cómo el fundador de Novator Partners, un fondo de inversión con sede en Londres que maneja activos por más de 5.000 millones de euros. Descrito como un capitalista de aventura debido a su tolerancia al riesgo, cree que las mejores ofertas provienen de elegir compañías quebradas en grandes países o grandes compañías en países dañados. Estrategia que sigue en su entrada a nuestro país.
En enero de este año sondeó la posible compra total o parcial de la filial Telefónica en Colombia (Movistar), la matriz española ha manifestado su decisión de reorganizar sus filiales y priorizar los mercados más rentables donde no figura Colombia. Ya en 2016 había intentado adquirir la operación de Avantel, en un primer intento que no se concretó. Esta vez, de aprobarse por parte de la SIC , el Ministerio de TIC y la Comisión de Regulación de Comunicaciones – CRC-, se hará con cerca de 964.000 accesos a internet móvil, 600.000 internet por subscripción y 20.000 clientes en internet hogar.
La fecha de adquisición ya generó problemas, Comcel demandó ante la SIC con medida cautelar la adquisición, indicando que Partners adquirió a Avantel el año pasado y no lo informó a la SIC oportunamente, lo que implicaría una posible omisión de informar una concentración empresarial y habría participado en diciembre pasado en la subasta como si fuera “operador entrante”. Si la SIC acepta esta demanda, se corre el riesgo que toda la subasta del espectro quede en entredicho al haber incumplido condiciones de transparencia.
Tomado de Las2Orillas