Santiago de Chile, 13 de abril de 2022 – Héctor Llaitul, líder de la Coordinadora Arauco-Malleco (CAM), una de las organizaciones radicales de defensa mapuche en Chile, aseguró este miércoles que no dialogará con la actual ministra del Interior, Izkia Siches.
«Con esta posición que asume, ya no la consideramos una interlocutora válida (…) No tenemos la más mínima intención de dialogar cuando hay discursos de este tipo», afirmó Llaitul en la comunidad Buta Rincón de la región de La Araucanía (sur), según indicaron medios locales.
Las declaraciones se produjeron un día después de que Siches anunciara, ante la Cámara de Diputados, un refuerzo de la presencia policial en la zona sur del país, donde existe desde hace décadas un enconado conflicto territorial entre indígenas mapuche, el Estado y grandes empresas agrícolas y forestales.
El líder de la CAM, organización que se ha atribuido acciones hostiles, agregó que el Gobierno trata de hacer «un parangón artificioso» con «la violencia que ejerce la resistencia mapuche a la hora de confrontar con los intereses de los bienes capitales y contra la represión que se ejerce de manera brutal y criminal en el Wallmapu» (territorio mapuche).
NUEVA ESTRATEGIA
Desde que el actual presidente, Gabriel Boric, asumió el cargo el pasado 11 de marzo, se ha desplegado una estrategia que consiste en mantenerse en la zona a través de diversas autoridades de Gobierno para tratar de establecer un «diálogo» con representantes de todas las partes afectadas por el conflicto.
Sin embargo, hace semanas Siches fue recibida a la entrada de una comunidad indígena con una serie de disparos al aire. Y, hace semanas, el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, tuvo que interrumpir su agenda en la región del Biobío porque un grupo de personas le cortó el paso en una de las carreteras
La CAM, la más relevante del movimiento «autonomista» mapuche de los últimos 20 años, ha realizado numerosas acciones violentas desde 1997 hasta la actualidad. La más reciente fue la quema de tres camiones en la Región de La Araucanía (sur), en marzo pasado.
AUMENTO DE LA VIOLENCIA
En dicha zona y otras regiones del sur de Chile existe hace décadas el llamado «conflicto mapuche», que enfrenta a empresas agrícolas y forestales extractoras vinculadas a grandes conglomerados económicos y grupos de indígenas que reclaman sus tierras ancestrales.
El pueblo mapuche, la etnia indígena más numerosa de Chile, reclama los territorios que habita durante siglos, antes de que fueran ocupados a la fuerza por el Estado chileno —a fines del siglo XIX— en un proceso conocido oficialmente como la «Pacificación de La Araucanía».
En el último año, esta disputa ha experimentado una escalada de violencia con frecuentes ataques incendiarios a maquinaria y predios, tiroteos con víctimas mortales y huelgas de hambre de presos indígenas.
EFE