Un trabajo conjunto entre la Fundación Omacha, Corpoamazonía, el Bioparque Ikozoa y el Resguardo Indígena Ticoya, permitió que el manatí amazónico, Moiechi, que fue rescatado del tráfico ilegal cuando era una pequeña cría, pueda regresar a las aguas amazónicas tras dos años de rehabilitación.
Moiechi, que en lengua Tikuna significa “gracias”, es un manatí amazónico (Trichechus inguis) que fue rescatado cuando era una pequeña cría de solo 10 kilogramos de peso del tráfico ilegal. La Corporación para el Desarrollo Sostenible del Sur de la Amazonía (Corpoamazonía) logró su rescate en Puerto Alegría, Perú, donde posiblemente mataron a su madre.
Tras su rescate, Moeichi fue trasladado al Bioparque IKOZOA, en Leticia, Colombia, donde inició su proceso de rehabilitación que duró cerca de dos años y que estuvo acompañado por la Fundación Omacha.
Debido a su corta edad, cuando el animal llegó al Bioparque, tenía que ser alimentado con una leche especial sin lactosa. Después pasó a una dieta de plantas acuáticas, como buchón y gramalote, y finalmente el equipo de rehabilitación dio a conocer que el manatí estaba listo para ser devuelto a su hábitat natural.
“En trabajo conjunto con Corpoamazonía, la Fundación Omacha, IKOZOA y el Resguardo TICOYA actualmente se está preparando la liberación de Moeichi para reintroducirlo en el sitio Ramsar Lagos de Tarapoto, localizado en el Resguardo indígena TICOYA en zona rural del municipio de Puerto Nariño, departamento del Amazonas, en Colombia”, informó la Fundación Omacha.
El proceso para su liberación en su hábitat ha sido largo y de preparación. Según la Fundación, se llevaron a cabo actividades de divulgación y sensibilización a través de las cuales lograron despertar en la comunidad local, y principalmente en los jóvenes y los niños, el interés por conocer más esta especie y la necesidad de conservarla en el territorio.
“El manatí amazónico es la única especie que se alimenta de plantas acuáticas como el buchón y el gramalote, las cuales en exceso impiden el paso de la luz a los cuerpos de agua, lo que disminuye la producción de oxígeno, elemento vital para otros ciclos de vida como los de los peces -que representan un sustento alimenticio para otras especies de fauna acuática (delfines de río, nutrias, caimanes, aves, etc.) y los pobladores de la región-.
Algunos jóvenes del resguardo Ticoya tuvieron la oportunidad de conocer a Moeichi y participar en la evaluación de su estado de salud. “Este grupo de jóvenes y niños participó en una de las evaluaciones veterinarias realizadas al manatí, en donde colaboraron en el procedimiento de medición y pesaje. Asimismo tuvieron la oportunidad de conocer otras especies de fauna amazónica que se encuentran en las instalaciones del Bioparque”, explicaron.
Al ser liberado, este manatí amazónico llevará puesto un dispositivo que permitirá hacerle un seguimiento de manera continua para conocer su ubicación geográfica y evaluar su adaptación al hábitat de los lagos de Tarapoto.
Tomado de El Espectador