Brasilia, 10 octubre.– El ministro de la Secretaría de Gobierno de Brasil, Luiz Eduardo Ramos, contrajo la COVID-19 y es el décimo de los 22 integrantes del gabinete del presidente Jair Bolsonaro que está contagiado, informaron este sábado fuentes oficiales.
«El ministro está apenas con síntomas gripales leves» y deberá permanecer «en aislamiento y trabajando de forma remota», dice un comunicado divulgado por el Gobierno, en el cual se aclara que Ramos pasará la cuarentena respectiva en su domicilio.
El positivo del ministro Ramos fue anunciado en momentos en que el país, uno de los más afectados por la pandemia de coronavirus en el mundo, se acerca a los 150.000 fallecidos por esa enfermedad desde que se registró el primer deceso, en marzo pasado.
Según el último boletín oficial difundido por el Ministerio de Salud, en Brasil se han registrado hasta ahora 149.639 muertes y el número de casos supera los cinco millones.
Bolsonaro, líder de la emergente ultraderecha brasileña, es uno de los mandatarios más escépticos sobre la gravedad del coronavirus, que él mismo contrajo en julio pasado y superó después de permanecer 20 días recluido en su residencia oficial.
Así como Ramos, otros nueve ministros han contraído la enfermedad y se han recuperado, en algunos casos, y según ellos mismos dijeron, gracias a la cloroquina, un polémico antipalúdico cuya eficacia en los casos de COVID-19 no ha sido comprobada pero que Bolsonaro le ha recomendado a los brasileños desde el inicio de la pandemia.
El gobernante sostiene que él mismo superó la enfermedad gracias a la cloroquina, que también le fue recetada a su esposa Michelle, quien padeció coronavirus una semana después.
Este sábado, así como hicieron miles de brasileños, Bolsonaro ha aprovechado un fin de semana prolongado gracias a que el próximo lunes será festivo, y viajó con su familia a la playa de Guarujá, en el litoral del estado de Sao Paulo.
Como suele hacer cada fin de semana en Brasilia, el gobernante paseó en motocicleta por las calles de Guarujá, saludó a decenas de simpatizantes y se detuvo para tomarse fotografías con ellos, sin usar máscara ni respetar las normas de aislamiento social que rigen en el estado de Sao Paulo.
EFE
