El nombramiento de la nueva primera ministra tailandesa devuelve el poder a los Shinawatra

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La nueva primera ministra de Tailandia, Paetongtarn Shinawatra. EFE/EPA/RUNGROJ YONGRIT

Bangkok, 16 de agosto de 2024.- El nombramiento de Paethongtarn Shinawatra como nueva primera ministra de Tailandia este viernes devuelve al poderoso y divisivo clan al poder diez años después de que su último gobierno fuera depuesto por los militares, abriendo un periodo de incertidumbre sobre la estabilidad de su mandato.

La nominación de Paethongtarn como primera ministra recibió hoy el holgado apoyo de 319 de 493 miembros del Parlamento, después de unas semanas de infarto en la intrincada política tailandesa.

A sus 37 años, la hija del influyente Thaksin Shinawatra se convierte en la tercera del clan en alzarse como primera ministra (Thaksin, 2001-2006, y su hermana Yingluck, 2011-2014), en la dirigente más joven del país y en la segunda mujer en serlo, precisamente tras su tía.

Paethongtarn llega al poder dos días después de que su predecesor, Srettha Thavisin, con el que comparte partido (Pheu Thai), fuera destituido tras menos de un año en el cargo en una controvertida decisión del conservador Tribunal Constitucional por un caso curiosamente vinculado a Thaksin.

Apenas 24 horas después del veredicto de la corte, uno de los garantes de los poderes de la monarquía y el Ejército en el país, la coalición gobernante que dirigía Srettha dio su respaldo a la nominación de Paethongtarn para auparla con su mayoría parlamentaria.

Su ascenso al poder ha sido tan fulgurante como rebuscado. En la escena política solo desde 2021, la menor de los tres hijos de Thaksin fue una de las apuestas del Pheu Thai, marca del clan Shinawatra, para las elecciones de mayo de 2023.

Pero el imán de Paethongtarn, de formas refinadas y más acostumbrada a gestionar los negocios de su padre que a la política, no llegó a conquistar al electorado, que dio su respaldo a la formación reformista Avanzar y dejó al Pheu Thai como segunda fuerza más votada.

El papel de Thaksin

Srettha fue elegido primer ministro el 22 de agosto de 2023 después de que la victoria de Avanzar fuera bloqueda por el Senado promilitar, y después de que Pheu Thai forjara una dudosa coalición de once partidos, entre ellos formaciones controladas por los militares vinculadas a los golpes que acabaron con los gobiernos de Thaksin y Yinluck.

Los mismos que hoy en principio dieron su apoyo a Paethongtarn con la oposición del Partido del Pueblo, la nueva marca de Avanzar después de que también el Constitucional disolviera la formación la semana pasada por su propuesta de reformar la sacrosanta monarquía.

El mandato de Paethongtarn, conocida con el sobrenombre de Ing, se antoja así complicado. Al riesgo de la apuesta del Pheu Thai y los Shinawatra de acercarse a las fuerzas conservadoras, en su día sus máximos antagonistas, se suma la escasa experiencia de la nueva primera ministra.

Una bisoñez que tanto la prensa tailandesa como analistas consideran que quedará resuelta con el respaldo de su padre, el líder de facto, según algunos, y cuyo posible papel en el ascenso al poder de su hija ha despertado suspicacias.

«Se enfrentará a una ‘crisis de confianza’ insuperable. No ha sido ni diputada ni ministra con Srettha. La principal cualidad detrás de su ascenso es, según su padre, que tiene ‘el ADN político de Thaksin'», dice a EFE Termsak Chalermpalanupap, analista de Tailandia del Instituto Yusof Ishak ISEAS de Singapur.

Como fuere, Thaksin, quien revolucionó la política en la década del 2000 con medidas a favor de las clases más pobres, aunque también fue acusado de causar más de 2.500 muertos en su “guerra contra las drogas” y de evadir impuestos, tiene aún cuentas pendientes.

Thaksin regresó a Tailandia el mismo día en el que Srettha y su partido llegaran al poder, tras quince años de exilio evadiendo la Justicia, lo que sugirió una reconciliación con la élite monárquica y militar, en pleno bloqueo del auge de Avanzar.

Si bien recibió un perdón real a su regreso por casos antiguos, se enfrenta a un nuevo proceso por lesa majestad en fase inicial cuya siguiente vista es este lunes.

Al margen de las intrigas palaciegas, Paethongtarn se enfrenta a la colosal tarea de gobernar un país de 70 millones de habitantes en un momento de fuerte debilidad económica.

«Quiero crear oportunidades y desarrollar la calidad de vida para empoderar a todos los tailandeses», remarcó en su primera intervención tras ser nombrada Paethongtarn, visiblemente emocionada, y sin adelantar nuevas propuestas para hacerlo.

EFE