El jurista y académico Francisco Barbosa asumió este jueves el cargo de fiscal general de la nación con la misión de ampliar la capacidad de la entidad en las regiones más alejadas de Colombia, especialmente en aquellas donde se reincorporan los exguerrilleros de las FARC.
«En la actualidad existe una presencia de la entidad en 550 municipios pero es necesario llegar a 200 municipios más, especialmente en territorios donde se desarrolla la reincorporación de los desmovilizados», afirmó Barbosa en la Casa de Nariño, sede del Ejecutivo, donde fue posesionado por el presidente Iván Duque.
El nuevo fiscal apuntó que la idea es no solo perseguir «las economías criminales» sino proteger a «la ciudadanía y al medioambiente de este país».
«No podemos dejar al garete a departamentos como Guainía, Cauca, Vichada, Vaupés, Putumayo, Chocó y Amazonas, entre otros. Olvidándolos perdemos el derecho a la Justicia en los próximos 50 años. El camino es difícil pero enfocando la acción en los territorios y no desde el búnker (sede central de la Fiscalía en Bogotá) lo podremos lograr», advirtió.
Barbosa, que hasta hace unas semanas fue el alto consejero presidencial para los Derechos Humanos, reemplaza en el cargo a Fabio Espitia, que fue fiscal general interino desde mayo del año pasado cuando renunció Néstor Humberto Martínez.
NUEVE EJES
El nuevo fiscal, de 46 años y la persona más joven en asumir el cargo, señaló que bajo su liderazgo la entidad se enfocará en nueve ejes, entre ellos el de aumentar la presencia regional del organismo y de fortalecer la lucha contra la corrupción.
También se comprometió a mejorar las unidades contra las personas que violan los derechos fundamentales de los niños y adolescentes: «Perseguiré los delitos cometidos contra nuestros niños sin excepción alguna, allí no habrá titubeos ni privilegios».
De igual forma propuso una «lucha contra la criminalidad contra los líderes sociales», para lo cual se coordinarán varias unidades de la Fiscalía para «lograr tasas de esclarecimiento superiores al 52 % que actualmente posee la entidad».
Según la Misión de Observación Electoral (MOE), 18 líderes sociales o políticos y un dirigente comunal fueron asesinados en enero y las regiones más afectadas siguen siendo los departamentos de Chocó y Cauca, en la costa del Pacífico.
La Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos advirtió a comienzos de enero en Ginebra que al menos 107 defensores de derechos humanos fueron asesinados en Colombia durante 2019.
Barbosa también trazó, entre otras, la meta de fortalecer «la investigación en el país», así como que «la Fiscalía desarrolle estrategias litigiosas en los casos priorizados, sin caer en la denominada justicia espectáculo que busca a como dé lugar medidas privativas de la libertad en todos los casos».
HOJA DE VIDA
Barbosa, miembro de las academias colombianas de Historia, Jurisprudencia y Derecho Internacional, es abogado de la Universidad Sergio Arboleda, donde fue compañero del presidente Duque, y doctor en Derecho Público de la Universidad de Nantes.
También es magíster en Historia de la Universidad Javeriana, especialista en Relaciones Internacionales de la Universidad Jorge Tadeo Lozano de Bogotá y tiene una maestría en Derecho Público de la Universidad Externado de Colombia, de la que también ha sido profesor.
El nuevo fiscal ha sido además asesor de distintas entidades oficiales y del Banco Mundial, así como fiscal especializado de la Unidad Nacional de Derechos Humanos.
A la ceremonia de posesión de Barbosa asistieron, entre otros, el expresidente César Gaviria (1990-1994); la embajadora de la Unión Europea (UE) en Colombia), Patricia Llombart, y el procurador general, Fernando Carrillo.
EFE