Por Oscar Castaño Valencia @orientesetv
Oriente antioqueño, 5 febrero de 2021.– Las afirmaciones hechas por Luis Fernando Qujano, presidente de la ONG CORPADES, director del Portal Analisis Urbano y experto en conflicto urbano y rural y Rolando Acevedo Muñoz, ex comandante del Frente Urbano “Jacobo Arenas” de las FARC, en el sentido de que el Oriente Antioqueño se ha convertido en el “paraíso de la criminalidad local, departamental, nacional y transnacional” han comenzado a generar alerta y preocupación en la ciudadanía, esperemos que igua pase con las autoridades.
Incluso, estos analistas, se atrevieron a afirmar que: “No se puede entender este paraíso criminal sin el compromiso de agentes del Estado en apoyo a los ilegales” en otras palabras, nómina paralela a cambio de protección oficial.
De Hecho, este análisis llevó a que el comandante de la Cuarta Brigada convocara en el Batallón Juan del Corral un consejo de seguridad de emergencia para evaluar la situación con todos los mandatarios locales.
Y es que, en las últimas semanas, en operativos conjuntos de las autoridades, se han capturado en San Carlos, primero, y Argelia y Sonsón, segundos, estructuras armadas con fusiles de asalto incluso, como en el caso de San Carlos, armas sumamente sofisticadas que solo son usadas por comandos de elite norteamericanos.
Eso se suma a la captura de varios jefes del crimen urbano, el crimen urbano-rural y el crimen trasnacional en esta subregión en los últimos años, por ejemplo, la captura de alias Carlos Chata, alias El Mono Demer, alias El Polaco, alias Monster, alias Diego Optra, alias Chepe, entre otros.
Es de tal gravedad lo que acontece que la Mesa de Derechos Humanos del Oriente Antioqueño publicó en los últimos días, un comunicado en el cual hacen una alerta temprana y un llamado urgente para que se actué de manera eficaz por parte de las autoridades para prevenir que la historia de violencia, criminalidad y dolor se repita en este territorio.
Las entrevistas a Luis Fernando Quijano y Rolando Acevedo sirven para que la opinión publica se entere de la gravedad de un asunto que muestra lo grave y complejo que se mueve en el territorio del Oriente Antioqueño, igualmente sirve para que la institucionalidad ponga cuidado de manera urgente y afinen la inteligencia que permita desactivar esta amenaza que ya tiene estructuras armadas ilegales en varios municipios, convirtiéndola en uno de los principales paraísos criminales de Antioquia.
