Toronto (Canadá), 30 septiembre.– El grupo Proud Boys, al que Donald Trump pidió durante el debate presidencial del martes permanecer «preparados” de cara a las elecciones estadounidenses, es una organización neofascista y supremacista creada por el periodista canadiense Gavin McInnes, fundador de “Vice”, y que en los últimos años se ha destacado por ataques contra indígenas, gente de color, musulmanes y mujeres.
McInnes nació en el Reino Unido en 1970 pero creció en Canadá y en 1994 fundó la revista “Vice” en Montreal junto con Suroosh Alvi y Shane Smith. Siete años después, McInnes se instaló en Nueva York donde, de ser un provocador políticamente incorrecto que había fundado una revista “punk” alternativa, se transformó en un extremista que se tatuó en la espalda la palabra “Destruction”.
En 2003, en una entrevista en “The New York Times”, McInnes pronunció una frase que luego se convertiría en los cimientos de Proud Boys.
“Me encanta ser blanco y creo que es algo de lo que estar muy orgulloso”, explicó el escritor canadiense.
Un año antes, en una entrevista con The New York Press, McInnes, entonces símbolo del movimiento “hipster”, ya había dejado ver sus preferencias raciales al declarar su satisfacción porque la oficina de “Vice” en Williamsburg (Brooklyn) estuviese en una zona de población blanca y no de “jodidos negros o puertorriqueños”.
“¿En favor del amor, la diversidad y la tolerancia? Eso es de hippies”, añadió McInnes en tono despectivo a la vez que insultaba a minorías raciales, homosexuales y transgénero.
Su pensamiento misógino también quedó retratado pronto cuando redujo la frase “No, significa no”, la base del concepto del consentimiento sexual y uno de los eslóganes del movimiento feminista, a “puritanismo”.
El racismo, la misoginia y el odio expresado por McInnes empezaban a ser un problema para “Vice”, que tras trasladarse a Estados Unidos había iniciado ediciones primero en el Reino Unido y posteriormente en otros países como Canadá o Australia.
La revista, adquirida por un multimillonario canadiense, tenía que disculparse una y otra vez por las declaraciones de McInnes hasta que en 2008, el escritor abandonó la publicación alegando diferencias creativas.
A partir de entonces, McInnes se dedicó escribir y colaborar con distintos medios de la extrema derecha norteamericana, entre ellos “The Rebel Media”, un portal canadiense dirigido por uno de los periodistas más radicales y provocadores de Canadá, Ezra Levant.
La colaboración de McInnes en “The Rebel Media” le permitió reforzar sus vínculos con el movimiento conservador del oeste de Canadá que aceptó encantado el estilo provocador del escritor.
Pero cuando McInnes empezó a incluir de forma sistemática expresiones antisemitas a su arsenal de ataques contra las minorías, el Partido Conservador de Canadá se vio forzado en 2017 a cortar sus vínculos con el escritor.
McInnes dejó de colaborar con “The Rebel Media” y con Fox News.
Un poco antes, en septiembre de 2016, lanzó en la revista supremacista “Taki’s Magazine” el movimiento Proud Boys (Chicos orgullosos, en inglés), una especie de club en el que no están permitidas las mujeres y en el que los hombres “se niegan a disculparse por crear el mundo moderno”.
Los socios en Proud Boys tienen tres niveles. El más básico es autodeclararse un Proud Boy, el segundo es jurar no masturbarse y ser golpeado a la vez que se recitan los nombres de cinco cereales, y el tercer nivel es llevar un tatuaje de Proud Boys.
Aunque esto suene a broma, el FBI considera a Proud Boys “un grupo extremista con lazos con el nacionalismo blanco” y ha sido designado por la organización antiracista Southern Poverty Law Center (SPLC) como un “grupo de odio”.
En Canadá, los integrantes de Proud Boy han protagonizado incidentes en manifestaciones de grupos indígenas y otras minorías, y las fuerzas armadas del país han tenido que reconocer que el grupo se ha infiltrado entre sus miembros.
Pero es en Estados Unidos donde Proud Boys ha exhibido su capacidad para causar graves problemas. En 2017, la organización hizo acto de presencia en la manifestación ultraderechista de Charlottesville, durante la que se vivieron escenas de extrema violencia y una joven antifascista resultó muerta.
Y aunque McInnes desde entonces ha intentado distanciarse del grupo que creó, en 2017 declaró que recomendaba el uso de la violencia porque “es una forma realmente efectiva de resolver problemas”.
Julio César Rivas
EFE