Río de Janeiro, 18 enero.- Los 107.000 metros cúbicos de oxígeno donados por Venezuela atravesaron la frontera con Brasil el domingo y son esperados en la noche de este lunes en Manaos, mayor ciudad de la Amazonía brasileña y que sufre un colapso sanitario por la falta de camas y de oxígeno para los pacientes con covid.
Los cinco camiones cisterna, cada uno con cerca de 25.000 metros cúbicos de oxígeno, pasaron por la frontera entre Venezuela y el estado brasileño de Roraima al final de la tarde del domingo y deben llegar a Manaos este mismo lunes, según un comunicado en el que la gobernación de Amazonas agradeció la esperada e importante donación.
«Esta es una de las cargas más significativas que llegarán al estado de Amazonas. Procede del distrito de Bolívar, en Venezuela. Se trata de una donación del gobernador de ese estado, que también vendrá a Brasil para hacer la entrega», afirmó Wilson Lima, gobernador de Amazonas, estado del que Manaos es capital, citado en el comunicado de la gobernación.
Según los datos de la propia gobernación, como consecuencia del alto número de pacientes de coronavirus internados en unidades de cuidados intensivos, el consumo diario de oxígeno en Amazonas saltó a 76.000 metros cúbicos diarios, casi tres veces superior al registrado en marzo del año pasado, cuando Manaos también vivió una crisis sanitaria por la primera ola de la pandemia.
Como la única empresa que abastece de oxígeno a Manaos tan solo es capaz de ofrecer 28.200 metros cúbicos por día, la ciudad sufre un déficit diario de 48.300 metros cúbicos.
Ante tal déficit, que provocó la muerte por asfixia de un número aún no determinado de pacientes conectados a respiradores mecánicos, el Gobierno brasileño inició el jueves una operación para transportar hasta Manaos cerca de 20.000 metros cúbicos de oxígeno diarios en cuatro vuelos de aviones militares.
La gran dificultad para esta operación es la ubicación de Manaos en medio de la mayor selva tropical del mundo, sin carreteras que la comuniquen con el resto del país y obligada a abastecerse por vía aérea o por los lentos barcos que navegan el Amazonas.
«Nuevas cargas de oxígeno también son esperadas vía fluvial. La empresa White Martins, abastecedora contratada por el estado, está enviando cargas hasta Belén (en la desembocadura del Amazonas), desde donde es hecho el transporte hasta Manaos en balsas. Todos los días sale una balsa desde Belén rumbo a Manaos», agrega la nota.
Tales balsas transportan camiones cargados con entre 9.000 y 25.000 metros cúbicos de oxígeno.
Las escenas de correrías en hospitales, médicos desesperados y agotados, cementerios desbordados y familiares de pacientes implorando por oxígeno o comprándolo en el mercado negro han generado una intensa movilización en todo Brasil, y diversos artistas, futbolistas y grupos sociales han financiado y organizado cargas de cilindros de oxígeno para ser enviados a la Amazonía.
Datos de la gobernación regional señalan que Manaos, una ciudad de 2,2 millones de habitantes, registró el jueves un récord de 254 nuevas hospitalizaciones por covid, el mayor número desde el inicio de la pandemia, con lo que agravó el colapso sanitario en un estado que acumula 223.360 contagios y 5.930 muertes por la enfermedad.
Según la municipalidad, Manaos registró el viernes 213 entierros en un único día, con lo que superó el récord diario por quinto día consecutivo y elevó a más de 1.000 los entierros en una sola semana.
La grave situación obligó a la gobernación de Amazonas a imponer desde el jueves un toque de queda de 11 horas diarias -entre las 19.00 y las 06.00 del día siguiente- para intentar reducir los contagios por covid.
Brasil, con sus 210 millones de habitantes, es uno de los epicentros de la pandemia, el segundo país con más muertes en el mundo por covid-19, después de Estados Unidos, con casi 210.000 fallecidos, y el tercero con más contagios, con 8,5 millones de casos.