Pacto del fusil existe al igual que Urabeños en el Medellín Metropolitano, ¿Para qué se miente a la sociedad?

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Desde mediados de julio, Análisis Urbano  advirtió que el llamado Pacto del Fusil acordado entre las estructuras paramafiosas era una realidad y que mal hacía la institucionalidad en negarlo, desafortunadamente el tiempo nos dio la razón y hoy se reconoce desde la sociedad y los criminales su existencia.

Mientras esto ocurre la institucionalidad sigue haciendo el papel de espectador pasivo en la ciudad, limitándose a hacer presencia y basando su estrategia de seguridad en capturas y decomisos, lo que no implica desmantelar estructuras criminales  y mucho menos recuperar la legitimidad perdida.

En cambio las estructuras ilegales, las cuales agrupan a más de 350 bandas en Medellín, sin contar las que hacen presencia en el resto del Valle de Aburrá, tienen la agenda de paz y convivencia en sus manos.

También es necesario recordar que desde el segundo semestre del 2010, la institución Corpades, venía denunciando públicamente que era inminente la llegada de los mal llamados Urabeños o AGC, al Medellín Metropolitano tres años después la institucionalidad sigue negando la presencia de esta organización paramilitar y mafiosa en la ciudad.

Las evidencias han demostrado que si están los Urabeños y su decisión  es la de quedarse con la llamada joya de la corona que no es otra cosa que  Medellín y el resto del Valle de Aburrá.

Se confirma por parte de la estructura de la llamada “Oficina del Valle de Aburrá” que los Urabeños también conocidos como AGC (Autodefensas Gaitanistas de Colombia) si están en Medellín y el resto del Valle de Aburrá.

¿Para qué le han mentido a la ciudadanía desde la institucionalidad, afirmando públicamente que los Urabeños no están haciendo presencia en la ciudad?

Las estructuras de la llamada “oficina del Valle de Aburrá” y la de los mal llamados “Urabeños” confirman que el  pacto del fusil si existe.

¿Para que la institucionalidad sigue negando la existencia del Pacto del Fusil?

Cabe recordar que:

EL Pacto del fusil entre criminales, fue acordado en el Medellín Metropolitano

Tregua entre criminales a punta de fusil no le sirve al Medellín Metropolitano

Durante meses la institucionalidad negó abiertamente la existencia de acercamientos con las estructuras paramafiosas de la Oficina y los mal llamados Urabeños y obviamente con las 350 bandas que le sirven a estas.

Al parecer el Alcalde de Medellín, Aníbal Gaviria Correa, estuvo al margen de este acuerdo criminal, no significa que funcionarios de la Administración Municipal,  no hubieran participado,  lo que no se sabe es, a nombre de que o quien estos funcionarios lo hicieron.

En todo caso, lo que se rumoraba termino siendo realidad,  ya que el 14/07/2013 se realizó en un sitio no determinado del Valle de Aburrá, la gran cumbre entre toda la “oficina” y los mal llamados Urabeños, de la Oficina asistieron todos los lugartenientes de cada una de las cabezas de esta organización criminal y del lado de las AGC estuvo su encargado militar en lo urbano.

¿Para qué se hizo dicha cumbre?

Para acordar las reglas de juego que paren la confrontación armada, generando una tregua que al parecer tendría una  duración de tres meses inicialmente, pudiendo ampliarse, si las estructuras respetan el pacto del fusil.

¿Qué territorios involucra la tregua?

Todos los territorios donde hacen presencia las dos estructuras, además el compromiso de desactivar los conflictos armados en las Comunas 8, 9, 10, 13,16, 7, 6 y en los Corregimientos San Cristóbal, Altavista, San Antonio de Prado y Corregimiento el Manzanillo del Municipio de Itagüí.

¿Qué se acordó?

Respeto a las zonas donde opera cada una de las estructuras.

 No se sigan asesinando coordinadores.

Respeto a las finanzas criminales de cada estructura.

Levantar las fronteras “invisibles” en otras palabras significa dejarlas inactivas.

No se podrán realizar ataques armados a territorios o personas de estos grupos, el permiso para hacerlo debe estar avalado por las dos estructuras, quienes a su vez definirán los responsables para tomar estas decisiones.

En caso contrario, si alguna banda armada toma decisiones autónomas, inmediatamente las dos estructuras la pondrán en cintura simultáneamente (ataque militar).

¿Por qué denominarlo el pacto del fusil?

En la reunión efectuada entre los mal llamados Urabeños y la Oficina quedo claro que la tregua se haría respetar militarmente, lo que significa que nadie podrá salirse de ella, porque correría el riesgo de ser sometida militarmente.

Esta forma de pactar militarmente, tiene su antecedente en la llamada época de la paratranquilidad urbana o “don bernabilidad” cuando se dio la desmovilización parcial del Bloque Cacique Nutibara y el Bloque Héroes de Granada, que pertenecían a las Autodefensas Unidas de Colombia, una confederación de grupos de paramilitares y mafiosos que hacían presencia en buena parte del territorio colombiano.

La Administración Municipal de Medellín, en ese entonces la encabezaba el señor Sergio Fajardo Valderrama, como Alcalde de la ciudad (2003-2007).

El pacto entre criminales donde se regulaba el crimen y la violencia se hizo con el fusil apuntando a los jefes de bandas y sus miembros, quien no aceptara la orden era asesinado inmediatamente, incluso la familia pagaba con la vida el no cumplimiento de la orden impartida por Diego Fernando Murillo Bejarano alias “Don Berna”.

La actual tregua entre criminales, no ha sido la primera y al parecer no será la última, desafortunadamente para la ciudad,  demuestra una vez más  que la agenda de seguridad, convivencia y pacificación de Medellín e incluso del conjunto del Valle de Aburrá, sigue teniendo como protagonista y líder a las estructuras paramilitares y mafiosas.

Nuevamente preguntamos

¿Cuándo la Institucionalidad dará el paso hacia adelante con firmeza y arrebatará la agenda de la convivencia y seguridad a los criminales, asumiendo ella el liderazgo al lado de la ciudadanía y generando una verdadera Política Publica de Convivencia y Seguridad Integral en clave de Derechos Humanos y Paz?