Bogotá, 30 noviembre.- El partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), surgido de la desmovilización de la guerrilla, denunció este lunes el asesinato del excombatiente Naver David López en el municipio de Maicao, que pertenece al departamento colombiano de La Guajira (noreste).
«Amanecemos con la terrible noticia de otro compañero asesinado, Anuar Vargas (Naver David López), en el municipio de Maicao», informó la FARC en sus redes sociales.
López, firmante del acuerdo de paz que en 2016 sellaron el Gobierno colombiano y la antigua guerrilla de las FARC, hacía parte del proyecto de vivienda del Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) de Pondores, en La Guajira.
Según la FARC, el exguerrillero dejó huérfana a una hija con problemas de salud y se convirtió en el firmante número 244 en ser asesinado desde 2016, cuando se firmó el acuerdo.
El Gobierno colombiano aseguró el pasado 25 de noviembre que ha actuado «con diligencia» para proteger a los exguerrilleros de las FARC que dejaron las armas en una audiencia en la que la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) escuchó a altos funcionarios y al partido sobre la violencia contra los firmantes.
En esa diligencia judicial la FARC insistió en que hay un «genocidio» contra sus militantes y acusó a la Administración del presidente Iván Duque de tener un doble discurso para la paz y no detener «el desangre» que los afecta.
El partido pidió dejar la «estigmatización» hacia los guerrilleros que firmaron la paz y abogó porque toda la institucionalidad incluyendo las autoridades de las tres ramas que conforman el poder público, las Fuerzas Militares y la Policía «interioricen una cultura de tolerancia».
Por su parte, la vicefiscal general, Martha Yaneth Mancera, puntualizó que la Fiscalía, hasta el 11 de noviembre, tenía en sus registros 280 personas reincorporadas con afectación, bien sea por homicidios, tentativa de homicidios o desaparición forzada.
En julio pasado, la JEP ordenó a varias instituciones estatales, entre ellas la Fiscalía y la Consejería Presidencia para la Estabilización y la Consolidación, tomar medidas de protección para exmiembros de las FARC.
A finales de octubre, excombatientes de todas las regiones del país comenzaron una peregrinación a Bogotá «Por la paz y por la vida», en rechazo a los asesinatos de sus compañeros.
Esa movilización culminó el 6 de noviembre con una reunión con Duque, que los excombatientes calificaron de «alentadora».