Enrique Pérez Mayorga, de 22 años, volvía de la universidad en su moto por la calle Bravo Murillo cuando un camión le golpeó, cayó y murió. Es uno de los seis motoristas que fallecieron el pasado mes en la capital, una cifra que contrasta con la de enero de 2019, cuando no se registró ningún accidente mortal en este tipo de vehículos.
Además, según los datos facilitados a Efe por la Policía Municipal, la accidentalidad mortal de los motoristas en enero en Madrid ya supone casi la mitad que la de todo 2019, un año que cerró con 14 fallecidos.
A los padres de Enrique no les importa que se difunda la identidad su hijo, al que un camión arrebató la vida, y piden que se haga justicia. Por el momento, el conductor del camión fue detenido por homicidio imprudente.
Carabanchel, Arturo Soria, la Calle 30, Tetuán o Chamartín son los otros escenarios de Madrid en los que los otros cinco motoristas sufrieron un accidente mortal.
No hay respuestas que expliquen la alta siniestralidad de enero, pero Efe ha consultado a representantes de diversas entidades para recabar su opinión sobre la accidentalidad de este colectivo
POLICÍA MUNICIPAL
Los seis accidentes no tienen un patrón común, señala a Efe José Luis Zarraga, intendente de Atestados de la Policía Municipal, que no
Recuerda este mando que el escenario en Madrid, ha cambiado y el vehículo de cuatro ruedas ya no es el «rey» de las calles, en las que se han abierto paso los usuarios más vulnerables: motociclistas, ciclistas y peatones.
No es vano, Madrid es, tras Barcelona, la ciudad con más número de motos matriculadas. Las dos ruedas ya representan el 10 por ciento en el conjunto del parque automovilístico en España.
Respetar las normas de tráfico, adecuarse a la situación climatológica o contar con un correcto equipamiento de seguridad son algunas de las recomendaciones que la Policía Municipal no se cansa de repetir.
Aunque sea «inevitable» que se produzcan accidentes a lo largo del año, una «atención constante» a la conducción disminuye el riesgo a sufrirlos, enfatiza el mando policial.
LAS ASOCIACIONES DE MOTEROS
Con cerca de 5.000 asociados en Madrid, la Mutua Motera es una de las grandes representantes del sector y tiene contabilizados cerca de 230.000 vehículos de dos ruedas en la capital.
Su presidente, José Manuel Reyes, explica a Efe que la crisis económica tras el estallido de la burbuja inmobiliaria incorporó al parque de motos a gente con «poca o nula experiencia» que utiliza este transporte por su bajo consumo y para ganar tiempo en los desplazamientos.
«Todas las grandes ciudades son peligrosas para los motoristas. No están pensadas para su uso, aunque el nuevo equipo de gobierno municipal quiere promocionar de nuevo esta forma de transporte», señala Reyes.
No obstante, los motoristas consideran que las medidas para dotar de más seguridad a estos usuarios aún «no son suficientes» en Madrid y denuncian las «peligrosas ‘aletas de tiburón'» que se instalan para separar el carril-bus del resto de la calzada
Esta asociación reconocen su preocupación ante el aumento de los accidentes de moto, un «problema complejo y transversal» que afecta a toda la sociedad.
Con una «formación adecuada», y con «independencia» de quién tenga la culpa, se podrían evitar muchos de estos siniestros, continúa Reyes, partidario de una mayor y mejor equipamiento de seguridad, como el uso de guantes y de ropas especiales que evitarían lesiones muy graves.
La irrupción, debido sobre todo al comercio electrónico, de los repartidores que realizan este trabajo en moto ha agudizado el problema porque, además, se han incorporado al colectivo con «muy poca formación y mal equipados», apostilla Reyes.
LAS VÍCTIMAS
Las lesiones en los accidentes de moto son bastantes más graves que las ocasionadas en los siniestros donde están implicados los turismos. Y es que «el chasis de las motos es el propio cuerpo», como dice gráficamente a Efe Francisco Canes, presidente de la Asociación DIA.
A una decena de víctimas de accidentes de moto trató el año pasado esta asociación, a cuyo presidente le preocupa mucho la vulnerabilidad de estos usuarios, que tienen siempre que extremar la precaución.
La amputación de un brazo o de una pierna y las abrasiones por las caídas al suelo son habituales en estos accidentes, que muchas veces provocan daños irreversible.
Un número importante de los accidentados dejan de montar en motocicleta. «Hay también quien cambia su manera de conducir y se vuelve más prudente y miedoso», agrega Canes, quien insta a los motoristas a mejorar sus habilidades. «Conocemos casos de lesionados que se han caído solos parados en un semáforo», dice.
Y es que un 40 por ciento de los accidentes de moto se producen sin la implicación de otro vehículo, según un estudio de RACC que recuerda a Efe Antonio García Infanzón, del área de Prevención y Seguridad Vial de la Fundación Mapfre.
LOS NUEVOS MOTORISTAS
García Infanzón resalta el nuevo «boom» de este medio de transporte, al que se ha incorporado recientemente José Luis Castro después de haber decidido es aparcar su coche y comprar una moto para ganar un «valioso tiempo libre».
Más de media hora en las idas y venidas diarias a su puesto de trabajo ha recuperado al cambiar las cuatro ruedas por las dos.
«Voy muy despacio y noto la agresividad tanto de coches como de otras motos que no respetan las normas», manifiesta a Efe.
La alta siniestralidad del último mes no ha cambiado su idea de seguir montado en su Yamaha X-Max de 125 cc, para la cual reconoce que no recibió formación.
La «práctica» y «situaciones comprometidas» han forjado su «pilotaje, que dista mucho de ser experimentado», añade. Y concluye: «Al final las normas son iguales para todos y yo las cumplo».
EFE.
