Madrid, 2 de diciembre de 2024.- El Tribunal Supremo (TS) español ha avalado que se cuelgue la bandera arcoíris LGTBI de los edificios públicos durante los días del Orgullo, pues entiende que no es un «símbolo de significación partidista» ni «propugna ningún tipo de enfrentamiento».
En sendas sentencias conocidas hoy, el alto tribunal concluye que la Diputación de Valladolid (gobierno provincial) y el Ayuntamiento de Zaragoza no incumplieron la ley que regula el uso de las banderas cuando colgaron la arcoíris durante una de esas celebraciones en el patio interior del edificio institucional, en el primer caso, y en el balcón, en el segundo.
La bandera LGTBI «ni se colocó para sustituir o subordinar a ella a las banderas y enseñas oficiales ni es un signo o símbolo de significación partidista y tampoco propugna ningún tipo de enfrentamiento», asegura el TS.
Al contrario, señala que este símbolo se proyecta a favor de la igualdad entre las personas, valor reconocido por la Constitución española y por la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea.
De esta manera, el Supremo desestima el recurso presentado por la asociación Abogados Cristianos en el caso de Zaragoza; y da la razón a la Diputación de Valladolid al anular una sentencia anterior de un tribunal regional que había aceptado la apelación de esa misma organización de letrados católicos.
El TS concluye que la exhibición de la bandera no contradice la exigencia de objetividad de las administraciones públicas ni quiebra la neutralidad que deben mantener, sino que se inscribe en la línea de las actuaciones que han de llevar a cabo para promover la igualdad.
Explica que el uso de la bandera LGTBI está contemplado en la ley integral para la igualdad de trato y la no discriminación, que reconoce el derecho de todos a no ser discriminados, entre otras razones, por la orientación o por la identidad sexual, principio también recogido en la ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI.
La colocación de la bandera arcoíris en los edificios institucionales es motivo de polémica en España año tras año y de enfrentamiento político entre la izquierda, partidaria de ello en general, y sectores conservadores contrarios y, sobre todo, de la extrema derecha.
EFE