Miami, 11 enero.- Adam Johnson, el simpatizante del presidente Donald Trump que aparece cargando el atrio de la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, en una de las imágenes icónicas del asalto al Capitolio, salió en libertad bajo fianza este lunes.
Johnson, de 36 años y detenido el pasado 8 de enero, compareció este lunes en una corte federal de Tampa, en el oeste de Florida, de donde salió tras firmar una orden de fianza de 25.000 dólares que no tendrá que pagar a menos que incumpla alguna de sus citaciones judiciales.
Tras permanecer en una cárcel federal del Condado Pinellas, el hombre y padre de cinco hijos abandonó hoy la corte serio y vistiendo camiseta, pantalón corto y sandalias, acompañado de sus dos abogados, quienes señalaron que desde el día de la invasión al Capitolio ha recibido amenazas de muerte.
Johnson afronta cargos por entrar o permanecer en un edificio restringido sin autoridad legal, robo de propiedad del Gobierno y entrada violenta y conducta desordenada en los terrenos del Capitolio.
El magistrado federal Christopher Tuite ordenó hoy que Johnson no viaje fuera de los límites del Distrito Medio de Florida mientras el caso sigue en curso, y solo autorizó que se traslade a Washington DC, donde tiene prevista su siguiente vista judicial para el 19 de enero.
El fiscal federal Patrick Scruggs expresó sus preocupación de que el acusado deba estar en la capital un día antes de que el presidente electo, Joe Biden, inaugure de manera formal su mandato, a lo que el abogado defensor Dan Eckhart aseguró que Johnson no acudirá a la ceremonia de investidura.
«Todos los involucrados en el asalto al Capitolio la semana pasada deben rendir cuentas de sus acciones, incluido el Sr. Johnson», enfatizó Scruggs.
La fotografía de Johnson, en la que aparece sonriente y con el atrio de Pelosi, es una de las más publicadas entre las que fueron tomadas durante los sucesos ocurridos el pasado 6 de enero en el Capitolio, donde murieron cinco personas, una de ellas un policía, y numerosas resultaron heridas.
Ese día, poco antes de que los partidarios de Trump rompieran el cerco de seguridad e invadieran el Congreso, azuzados por el presidente saliente, los legisladores se aprestaban a sellar el triunfo del demócrata Joe Biden en las elecciones de noviembre pasado y cuyos resultados ya habían sido certificados por el Colegio Electoral.
Los asaltantes causaron destrozos en la sede del Congreso y se enfrentaron a las fuerzas del orden en un episodio que algunos legisladores han definido como un intento de golpe de Estado y otros como una «insurrección».