Cali (Colombia), 29 ene – Un grupo de ‘niños’ con patas peludas, picos puntiagudos y narices frías alegra el Zoológico de Cali. Su alegría y brincos se han convertido en motivo de celebración en esa ciudad del suroeste de Colombia que acoge la vida de sus nuevos inquilinos.
Se trata de dos cachorros de suricatas, dos monos titíes cabeza de algodón, una danta amazónica y cuatro polluelos de flamencos, que derrochan ternura y permanecen bajo el cuidado de sus padres y profesionales expertos en fauna silvestre.
«Estos bebés nacieron bajo un monitoreo constante y la responsabilidad que tenemos como institución de conservación, investigación y preservación de las especies. Son animales que hoy llenan de alegría nuestra ciudad y cuyas vidas celebramos», dijo este miércoles a EFE Dave Wehdeking, gerente del Zoológico de Cali.
El directivo, veterinario zootecnista de profesión y especialista en bienestar animal y conservación de especies amenazadas, aseguró que estos animales cuentan con profesionales que los han monitoreado desde su gestación.
«Desde que se pusieron los huevos, en el caso de los flamencos, y el embarazo en el caso de los mamíferos, hicimos cambios en la dieta para que las madres pudieran tener buen peso y ayudaran al desarrollo del bebé. Hoy estos animalitos están sanos y felices», insistió.
Las diversas especies pueden ser observadas por los miles de visitantes que llegan al sitio, que tiene el acompañamiento de guías que explican la importancia de cuidar la naturaleza y el hábitat de las especies.
«Es importante mencionar que un zoológico responsable no extrae animales de la vida silvestre. Lamentablemente muchos de ellos son producto del tráfico ilegal y no pueden ser reintroducidos a su hábitat porque no saben comportarse o defenderse de depredadores», apuntó el directivo.
Para Wehdeking, la educación «es parte principal de su misión», pues ve clave que los humanos entiendan la necesidad de mantener estas especies y sus poblaciones.
Una alegría que contagia
Actualmente, el Zoológico de Cali tiene más de 2.500 animales de 218 especies. Las nuevas crías, sin duda, han llenado de emoción a los visitantes que recorren cada pasillo del parque.
«De verdad es muy bonito ver que hay un trabajo serio por los animalitos que nos hace sentir orgullosos. Cada que puedo vengo con mi hija y aprendemos juntas sobre cómo cuidar la naturaleza», comentó Natalia Medina, visitante del Zoológico.
Las travesuras de los pequeños inquilinos hacen brotar todo tipo de sonrisas y sorprenden por su curiosidad y rápida adaptabilidad al entorno.
«Los cuatro flamencos han estado bajo el cuidado de sus padres que los protegen con amor, las suricatas fueron muy bien aceptadas y se crían con toda la manada quienes les enseñan a buscar alimento; los titíes se la llevan muy bien con sus numerosos hermanos y la danta amazónica disfruta de los baños con sus padres en el estanque», dijo el director del Zoológico.
Finalmente, desde el Zoológico de Cali hicieron un llamado a la ciudadanía a que denuncie cualquier tipo de maltrato animal y tráfico de fauna silvestre e invitaron a tomar conciencia de las vidas que rodean los bosques y selvas.
«Los animales son seres muy valiosos. Cuidar su hábitat y no alterar su ecosistema es la clave para la preservación», concluyó Wehdeking.
Mario Baos
EFE