Tres jóvenes que cometieron el error de sus vidas: viajar en moto por una vía nacional en un país libre, seguro y democrático, fueron asesinados a bala por integrantes de grupos armados al margen de la ley que delinquen en el Bajo Cauca antioqueño.
Flotando en las aguas del río Cauca fue avistado el cadáver de Cristian Arroyave Londoño, de 19 años de edad, quién estaba desaparecido desde el pasado domingo 14 de abril. Según indicaron familiares, Cristian salió del corregimiento el Jardín, de Cáceres, en una motocicleta con rumbo al municipio de Caucasia, ese domingo en horas de la mañana.
En horas de la noche de ese mismo día fue hallado muerto cuando lugareños vieron su cuerpo en el afluente.
Otro caso fue el de Juan José Ocampo Duque, de 17 años de edad, quien salió de Envigado el pasado viernes 12 de abril con rumbo a Caucasia. Después de cuatro días desaparecido, su cadáver fue hallado atado de manos a la altura de Caucasia, en el Bajo Cauca antioqueño.
Su cuerpo fue hallado por un grupo de pescadores en el barrio El Prado. Habría sido asesinado a la altura de Tarazá y su cuerpo arrojado al río Cauca, que lo arrastró hasta Caucasia.
Juan José, según lo describieron sus familiares, era un muchacho sano, estudioso, que quiso ir a Caucasia para conocer cómo era el negocio del oro, cómo se extractaba y cómo podría ingresar a la bolsa de valores mediante la compra y venta del preciado metal. Consecuente con ello, inició sus estudios de inglés en una academia de idiomas.
Su familia puso la denuncia en Fiscalía y publicó su foto en redes sociales. El padre de Juan José recibió una información en la que le indicaron que su hijo habría sido obligado a subir a una chalupa. “Gritaba que era una persona buena, que solo venía a preguntar para comprar oro. Que no se lo llevaran, que investigaran bien”, relató el padre de Juan José.
En el tercer hecho la víctima fue Bleiner Graciano Ospino, de 16 años, quien también desapareció cuando iba a trabajar en su moto a la finca La Caucana, en límites con San José de Uré, Córdoba. Su cadáver no apareció en el río Cauca, pero sí fue reportado como muerto en extrañas circunstancias luego de combates que sostuvieron el Ejército Nacional y los Caparrapos este lunes 15 de abril en zona rural de Tarazá. Bleiner vivía en el barrio Buenos Aires de Tarazá y desde enero pasado trabajaba en esa finca, indicaron sus familiares.
En días pasados, en circunstancias similares, personas que se movilizaban en moto por la vía a la Costa Norte fueron asesinadas por integrantes de los Caparrapos: Juan Gabriel Serna Bertel, María Angélica Roche López, Arnaldo Sánchez, Judith Sánchez Villadiego y Yosiris Martelo.
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