Redacción Ciencia, 21 de mayo de 2025.- Un mayor uso de la redes sociales durante la adolescencia temprana pude contribuir a aumentar los síntomas depresivos con el tiempo, señala un nuevo estudio encabezado por la Universidad de San Francisco (EE.UU) que publica Jama Open Network.
La investigación indica además que un aumento de los síntomas depresivos no predecía un incremento posterior en el uso de las redes sociales.
Ante el debate de si las redes sociales contribuyen a la depresión o simplemente reflejan síntomas depresivos subyacentes, estos hallazgos “aportan pruebas” de que las primeras “pueden estar contribuyendo al desarrollo de síntomas depresivos”, señaló el primer firmante del artículo Jason Nagata.
El estudio examinó los datos de seguimiento de 11.876 niños de 9 a 10 años y, tres años más tarde, de 12 a 13 años. El uso de las redes sociales aumentó de siete a 73 minutos al día durante ese periodo y los síntomas depresivos crecieron un 35 %.
En este caso se usaron datos longitudinales intrapersonales, lo que significa que los investigadores pudieron seguir los cambios a lo largo del tiempo en cada niño para evaluar con precisión la relación entre las redes sociales y la depresión.
El resultado fue que el uso de las redes sociales en una misma persona durante la adolescencia temprana se asoció prospectivamente con mayores síntomas depresivos un año después, mientras que los síntomas depresivos no se asociaron con el uso posterior de las redes.
Aunque no está claro por qué las redes aumentan los síntomas depresivos, investigaciones anteriores apuntan a riesgos como el ciberacoso y las alteraciones del sueño.
Un estudio previo del mismo equipo sobre la misma cohorte de participantes, pero centrado en los efectos del ciberacoso señaló que los niños de 11 a 12 años que lo habían sufrido tenían 2,62 veces más probabilidades de manifestar ideas suicidas o intentos de suicidio un año después.
Además, esos niños tenían 2,31 veces más probabilidades de experimentar con alguna sustancia (4,65 veces más con la marihuana, 3,37 con la nicotina y 1,92 con el alcohol) al año siguiente.
Cada vez más hay más pruebas de que las redes sociales están asociadas a síntomas depresivos y comportamientos de riesgo, aunque para los jóvenes son también una herramienta primordial para conectarse y comunicarse con los amigos, señalan los investigadores.
Nagata indicó, citado por la Universidad de San Francisco, que como padre sabe que no basta con decir a hijos que dejen el móvil y agregó que pueden “predicar con el ejemplo con conversaciones abiertas y sin prejuicios sobre el uso de las pantallas”.
Establecer momentos libres de pantallas para toda la familia, como durante las comidas o antes de acostarse, puede ayudar a construir hábitos digitales más saludables para todos, incluidos los adultos, sugirió el investigador.
EFE