En medio de rumores por su posible extradición a EE.UU., Popeye fue trasladado a Valledupar

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El temor que tenían los miembros del Cartel de Medellín a ser extraditados a Estados Unidos y que para evitarlo instalaron bombas y asesinaron a decenas de personas en el país encarnó esta semana en John Jairo Velásquez, Vásquez, alias Popeye, declarado sicario del capo Pablo Escobar.

Velásquez Vásquez, arrestado el pasado viernes cuando se presentó a la Fiscalía y a quien al día siguiente, sábado 26 de mayo, el ente acusador le imputó los cargos de extorsión agravada, concierto para delinquir, hostigamiento agravado, amenaza, instigación para delinquir y obstrucción a la justicia por ocultar elementos materiales probatorios, fue trasladado de Medellín a la cárcel de máxima seguridad de Valledupar, Cesar.

Popeye no aceptó los cargos imputados por la Fiscalía y el juez del caso acogió la petición del ente acusador y ordenó su reclusión.

Velásquez, convertido en youtuber y frecuente usuario de Twitter es investigado por agentes estadounidenses por su presunta participación en una organización criminal que envía estupefacientes a Estados Unidos. De hecho, gracias a las evidencias halladas por la Oficina del Agregado de Seguridad Inmigración y Aduanas (ICE) de EE. UU. se hizo posible iniciar la investigación y hallar evidencias sobre el actuar de alias Popeye.

Desde la captura en diciembre de 2017 de Juan Carlos Mesa, alias Tom, en una finca de El Peñol y en la que estaba presente Popeye se inició la investigación por los presuntos nexos del exsicario de Pablo Escobar con la Oficina del Valle de Aburrá. La Oficina ha logrado sobrevivir y hoy es considerada un cartel del narcotráfico.

“Esa es otra investigación que se adelanta contra el señor Velásquez Vásquez, de manera coordinada con agencias federales de Estados Unidos como la DEA y ICE”, dijo al respecto el director de la Dijín de la Policía, general Jorge Luis Vargas Valencia.

A Popeye, quien salió de prisión en 2014 y se fue a vivir en un lujoso apartamento en El Poblado, le fueron extinguidos hace un par de semanas bienes valorados en más de 6 mil millones de pesos que estaban a nombre de sus familiares y cuya adquisición tendría origen en negocios ilícitos.

Claudia Carrasquilla, directora de Fiscalías contra el crimen organizado, señaló días atrás que Popeye estaría nuevamente tratando de convocar organizaciones delincuenciales para tomar el control en Medellín”. La intención: recuperar bienes que quedaron en manos de antiguos testaferros o que terminaron en manos de terceros de buena fe después de varias transacciones comerciales y pasado el momento del Cartel de Medellín.

Aseguran las autoridades que en octubre de 2017 una familia traspasó una casa y un vehículo a su nombre, luego de varias semanas de amenazas de muerte que al parecer provenían de gente con la que Popeye se habría aliado como alias Pichi Belén, uno de los pupilos de alias Tom y con quien el exsicario habría conformado una oficina de cobro cuyos objetivos son antiguos narcos que pagaron sus deudas en Estados Unidos y regresaron al país a disfrutar de lo que consiguieron con la mafia.

“El mensaje era claro: tenían que traspasar sus bienes a nombre de Vásquez Velásquez a razón o fuerza. Según él, habían sido adquiridos por personas que alguna vez integraron el cartel y habían sido heredados a sus familiares. En medio de su lógica, Popeye siente que son suyos”, refirió el comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, general Óscar Gómez Heredia. Una de sus víctimas, una señora de 60 años, lo denunció. Y ahora Popeye está en la cárcel, esperando a que se defina su suerte.