Análisis Urbano estuvo recorriendo la ciudad minutos antes del inicio del Toque de queda que la Alcaldía de Medellín decretó para este fin de semana de Madres.
Como se recordará, la medida, que inicia este sábado 9 de mayo a las 7:00 p.m. e irá hasta mañana domingo 10 de mayo a las 5:00 a.m., para luego reiniciarse a las 7:00 p.m. de ese mismo día y extenderse hasta las 3:00 a.m. del lunes 11 de mayo, busca evitar que se propague el covid-19 por ser el Día de la Madre una fecha que convoca a muchas personas.
Miles de ciudadanos, previendo que no podrán salir en la noche y que (además se decretó Ley Seca) no podrán consumir licor, salieron en desbandada a mercados, tiendas de abarrotes y plazas de mercado a abastecerse para el Día de la Madre.
No entendemos cómo es que el software controla la cuarentena en Medellín. En la Placita de Flórez no se guardó la distancia y a nadie se le pidió cédula y en los bajos del viaducto del Metro muchos ni siquiera utilizaban el tapabocas.
Esta muestra de desacato que es tan recurrente (no es nuevo que en el centro de Medellín se pasen la norma de la cuarentena por la faja) nos hace preguntarnos ¿cómo es que no se han multiplicado los contagios?
La desobediencia y la indisciplina frente a las normas del Aislamiento Preventivo son protagonistas en todas las comunas de la ciudad, pero llama poderosamente la atención que sea en la comuna 10 donde más se observa este fenómeno de rebeldía y que, siendo la sede de la institucionalidad, no se haya hecho nada en estos dos meses de cuarentena.
Dato final: En la avenida Regional, desde la Plaza Minorista y hacia el municipio de Bello, decenas de mujeres con sus niños agitan trapos rojos para obtener la solidaridad de quienes pasan en sus vehículos. Las penurias y la escasez no permiten acatar ninguna norma. ¿Cuarentena con hambre? Eso lo explica todo.