Desde abril 2019, 35 familias en condición de desplazamiento tuvieron como única opción asentarse en un terreno del Estado ubicado en la vereda Guasimalito, municipio de Bello. Entre este grupo de personas hay treinta menores de edad, dos personas con estado de salud delicado, adultos mayores, expuestos en su totalidad a la vulneración de sus derechos.
Hoy, 5 de agosto del 2020, mientras las condiciones económicas, higiénicas y sanitarias siguen sin ser atendidas por las autoridades del municipio, la Policía Municipal llegó hasta el predio para presionar su salida.
La Alcaldía de Bello y la Policía envían así un mal mensaje a la ciudadanía, pues aprovecharse de la condición de desplazamiento y vulnerabilidad de estas comunidades, agredirlos y no resolver la situación humanitaria, no es lo que se esperaría del Estado y menos en tiempos de cuarentena, cuando se han agudizado las condiciones de bienestar para toda la ciudadanía.
Dos jóvenes que se ven el video que presentamos exigen una solución para sus familias. Ambos fueron detenidos en medio de un procedimiento que deja dudas sobre su legalidad. Por lo menos cuatro personas más que se opusieron a la detención fueron violentamente reprimidas y heridas por la policía.
Mientras Bello continúa sumido bajo el yugo delincuencial, las autoridades la emprenden contra comunidades que solo están exigiendo la atención del Estado a su crisis.
Como si se tratara de delincuentes del más alto rango, el Esmad, la Policía y el Ejército hacen presencia, coordinados por el señor Jorge Mesar, inspector de Policía y Espacio Público de Bello, para desalojar a estas familias.
Hoy, estas 35 familias siguen huérfanas del Estado y el Ministerio Público, entes que hasta el momento permiten la vulneración de sus derechos y el abuso de autoridad.
