Natalia Loaiza Orozco, una joven de 29 años que trabajaba como conductora de una aplicación de transporte, fue hallada sin vida en la vereda El Noral, en el municipio de Copacabana, al norte del Valle de Aburrá. Su cuerpo presentaba signos de violencia: estaba amarrada de pies y manos, y con lesiones en el cuello que apuntan a una posible asfixia mecánica.
El periódico El Q’hubo de Medellín informó que el último registro de Natalia Loaiza ocurrió hacia las 2:00 a. m., cuando su vehículo, un Ford Fiesta de color vinotinto, fue captado pasando por la glorieta de Solla, en Bello, en dirección norte. Horas más tarde, una persona que transitaba por la zona rural de Copacabana encontró un cadáver cerca de una finca en el sector La Mariana y dio aviso a las autoridades. En un principio, la identidad de la víctima era desconocida, pero en la tarde del mismo día se confirmó que se trataba de Loaiza, quien había sido reportada como desaparecida bajo la Ruta Urgente de Búsqueda del municipio de Bello.
Las autoridades investigan si el crimen está relacionado con el servicio que habría tomado desde Medellín hacia el norte del Valle de Aburrá. Hasta el momento, no se tiene rastro del vehículo con el que trabajaba ni de los responsables del homicidio.
Este caso es el segundo asesinato de un conductor de transporte por aplicación en menos de una semana en el Valle de Aburrá. El lunes, Jorge Mario Suárez Duque, de 46 años, fue encontrado sin vida en el sector Cinco Estrellas, en Bello. Ambos homicidios generan alarma entre quienes prestan este servicio, especialmente por los riesgos inherentes a su labor.
Jorge Mario Suárez, conductor de Yango, hallado muerto en Bello tras robo de su carro
Jorge Mario Suárez Duque, un hombre de 46 años que trabajaba como conductor de la aplicación Yango, fue hallado sin vida en el barrio Cinco Estrellas, en Bello. Su cuerpo, con múltiples golpes, fue encontrado en la madrugada del domingo junto a una bodega en la avenida 36C con la diagonal 42D.
Suárez había desaparecido desde la noche del sábado, cuando estaba trabajando a bordo de su Renault Sandero gris. Según su familia, salió alrededor de las 10:00 p. m. desde la Loma de los Bernal, aprovechando las fiestas del fin de semana para ganar algo de dinero extra. Horas más tarde, un empleado de una bodega encontró el cadáver y dio aviso a las autoridades. Inicialmente, no pudo ser identificado porque no tenía documentos. Su identidad fue confirmada posteriormente en Medicina Legal.
El vehículo de Suárez aún no ha sido localizado. Según las autoridades, el asesinato estaría relacionado con un robo perpetrado por los mismos criminales que lo golpearon hasta causarle la muerte. Este caso refleja el creciente riesgo que enfrentan los conductores de aplicaciones en el Valle de Aburrá, especialmente en zonas del norte como Bello.
El diario El Colombiano informó que César Cano, líder de los conductores de aplicaciones, expresó su preocupación por los riesgos de operar en la región. “Bello se ha convertido en una zona muy peligrosa para nosotros, no solo por los asesinatos, sino también por los frecuentes atracos y heridas a nuestros compañeros. Estas carreras largas y aparentemente atractivas muchas veces son trampas”, afirmó Cano.
Este caso no es aislado. En lo que va del año, otros conductores de aplicación han perdido la vida en el Valle de Aburrá, entre ellos Alexander Arrieta Verbel, de 48 años (18 de marzo); Carlos Andrés Múnera Vargas, de 32 años (25 de abril); y Arbey Alonso Agudelo Gañán, de 26 años (27 de julio). Además, las denuncias por robos a conductores de aplicaciones son constantes, lo que refleja la vulnerabilidad de quienes trabajan en este sector.
Las autoridades investigan este crimen y buscan el vehículo robado, mientras los conductores de aplicaciones exigen mayores garantías de seguridad en su labor.
Las autoridades instan a los conductores de aplicaciones a extremar precauciones mientras avanzan las investigaciones para esclarecer estos crímenes.
A.U.