Quito, 28 noviembre de 2024.- Retratos, máscaras, paisajes, ‘collages’ o pinturas abstractas que podrían encontrarse colgadas en las paredes de un museo son, en realidad, los protagonistas de la sala de ‘Entretejidos’, una exposición artística en Ecuador con obras creadas por pacientes del Instituto Psiquiátrico Sagrado Corazón (IPSC) que muestran la importancia del arte como medio de sostenimiento psíquico.
Las creaciones no solo reflejan los pensamientos y sentimientos más profundos de los pacientes, sino que se entrelazan literalmente con hilos que cuelgan del techo y las paredes, uniendo la sala en un entramado envolvente.
La exposición, que se encuentra en el Centro Cultural de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) del 27 de noviembre al 13 de enero de 2025, es la tercera edición de un proyecto de prácticas preprofesionales para sus estudiantes de psicología clínica que nació en 2019 y que ha ido creciendo con los años.
Los autores de estas obras, en su mayoría presentadas como anónimas, son las personas internas en el IPSC que, de todo tipo de edades, sufren enfermedades mentales que van desde la esquizofrenia y depresión a las adicciones o trastornos afectivos.
Arte y psicoanálisis
Para la directora de la muestra, Isabel Durango, quien consideró que pese a las resistencias que se pueden ver en la sociedad, “todos tenemos algo de lo que está aquí exponiéndose”.
El objetivo de los trabajos es visibilizar que las personas que, en un momento o por años, se encuentran en estos hospitales también tienen la capacidad de crear.
Durango explicó que, en el proceso, los estudiantes llevan a cada área del hospital los materiales para la tarea creativa, entre los que había plastilina, carboncillo, lanas, papel de periódico, acuarelas o lienzos, y son los pacientes los que eligen con libertad cómo desarrollar su creación.
La directora del proyecto también apuntó que, desde el psicoanálisis, no utilizan «el arte para diagnosticar, sino que el sujeto se sirve de él para poder elaborar algo de su malestar y sufrimiento (…) Él se construye y él se va tejiendo también, por eso es un entretejido”.
Existen además secciones en las que, por medio de textos escritos, los pacientes presentan su testimonio en torno a diversas cuestiones como aspiraciones, gustos, sueños o reflexiones.
Sujeto como ente creador
Uno de los estudiantes de la carrera de Psicología Clínica de la PUCE que participaron en el proyecto, Carlos Robles, explicó a EFE cómo, a través de una serie de seis autorretratos, uno de los pacientes buscó mostrar el transcurso de su estancia de internamiento en el centro psiquiátrico.
A través de estas piezas, realizadas con crayones de múltiples colores, se pueden distinguir las realidades que él vivió, desde estados de euforia hasta tristeza o episodios de manía, continuó Robles. Así, el sujeto pudo plasmar sus sentimientos en las diferentes etapas que identificó a lo largo de esta estancia.
Robles destacó que en el proyecto en el que está inmersa esta obra, se busca ir más allá de una identificación del paciente con su diagnóstico, darle una construcción diferente a través del arte y «que se entienda también su sufrimiento y su capacidad de ser un sujeto que puede crear».
También en la muestra se pueden apreciar otros recorridos vitales como el de Mikaela, una mujer autista que representa a través de diferentes ilustraciones su paso por el IPSC.
Contra los estereotipos de la salud mental
Por su parte, Francisco Arrieta, director del Centro Cultural de la PUCE, mencionó que el principal objetivo de la muestra es sacar de la gente el estereotipo de que las personas con patologías mentales están locas o descartadas de la sociedad.
Así, la exposición trata de que se pueda «no analizar al paciente mediante lo que ha hecho, sino simplemente apreciar el arte que utiliza como un desfogue de su situación”, indicó Arrieta.
La capacidad de los residentes de elaborar obras originales en el marco de este proyecto no solo sirve para «dar cuenta de que el arte es un medio para desfogar lo que estamos sintiendo», indicó Arrieta, sino también para «poner en valor las cosas importantes», como lo es la salud mental, que «debería estar siempre presente en todo nivel», concluyó.
Irene Morante De la Hera
EFE