Naciones Unidas, 14 de mayo de 2025.- El enviado especial de la ONU para Yemen, Hans Grundberg, recordó este miércoles ante el Consejo de Seguridad que «lo que Yemen tiene ahora no es la paz», pese al acuerdo de alto el fuego alcanzado con Estados Unidos el pasado 6 de mayo y a la relativa estabilidad de la línea de frente entre los dos gobiernos que se disputan el territorio.
Por eso mismo, Grundberg pidió a la comunidad internacional un mayor compromiso con este país, el más pobre de la Península Arábiga, que desde 2014 vive en guerra civil -con periodos puntuales de tregua- entre el gobierno internacionalmente reconocido y el movimiento de los hutíes, que controla un tercio del territorio donde viven más de dos tercios de su población.
El enviado, nombrado en 2021, pidió a las partes en conflicto que «sean valientes y opten por el diálogo», pues si lo hacen, la ONU no se opondrá al acuerdo negociado al que puedan llegar, dando por supuesto que el pueblo de Yemen comparte un mismo objetivo: «construir un país estable, próspero y seguro».
El pasado 6 de mayo, EE.UU. acordó con los hutíes una tregua por la que estos últimos se comprometían a no atacar los barcos que transitan por la vital ruta del mar Rojo -y despejar así el estratégico Canal de Suez-, y a cambio Estados Unidos no bombardearía instalaciones controladas por los hutíes. Esa tregua se suma a la que mantienen a duras penas desde 2023 los hutíes y el gobierno que controla la región de Adén (sur).
La urgencia de lograr una verdadera paz, más allá de un cese de hostilidades, fue subrayada poco después por el coordinador humanitario de la ONU, Tom Fletcher, que dio algunas cifras sobre el estado catastrófico en que se encuentra el país tras once años de combates.
Así, 2,3 millones de niños sufren malnutrición (la cuarta parte de ellos en niveles críticos), el cólera aumenta sin control en el país hasta suponer ahora un tercio de casos de los registrados a nivel mundial, y 1,4 millones de mujeres tienen embarazos de riesgo también por malnutrición.
Los recortes a la ayuda humanitaria aplicados por países como EE.UU. y otros importantes donantes occidentales han hecho que solo se haya conseguido fondos para un 9 % del plan de respuesta humanitaria para Yemen, y eso significa que 400 instalaciones sanitarias (incluidos 64 hospitales) van a tener que dejar de operar; igualmente, han quedado sin fondos programas vitales para mujeres víctimas de violencia de género.
Fletcher pidió a los países donantes que tengan estos datos en cuenta en la reunión que celebrarán este mismo mayo en Bruselas dedicada precisamente a ayudar a Yemen en sus necesidades más perentorias.
EFE