Estambul, 11 de julio de 2025.- El presidente de Turquía ha calificado este viernes el gesto del desarme de la guerrilla kurda, el PKK, que hoy escenificó una quema de sus armas en el norte de Irak, como un «paso importante».
«Deseo que el paso importante que se ha dado hoy conduzca en la buena dirección en nuestro camino hacia el objetivo de una Turquía sin terrorismo», escribió Erdogan en la red X.
Una delegación de 30 miembros del PKK, organización que proclamó su disolución en mayo pasado, quemó hoy sus armas en un acto escenificado en el Kurdistán iraquí, reafirmando su compromiso con una lucha política a través de medios legales, sin violencia.
Ya antes, el principal aliado político de Erdogan, el ultranacionalista Devlet Bahçeli, había celebrado que «el PKK ha cumplido su palabra», alabando «la posición prudente y responsable del DEM», el partido de la izquierda prokurda de Turquía, que actuó como facilitador en el proceso.
También expresó su satisfacción hoy Özgür Özel, jefe del mayor partido de la oposición, el socialdemócrata CHP, pidiendo que el proceso avance con rapidez y transparencia.
«Este proceso debe dirigirse con pasos rápidos y decididos, sin dejar fuera ningún partido ni ningún sector de la sociedad, sin ocultar nada a la nación, bajo el paraguas del Parlamento y observando el consenso social», escribió Özel en la red X.
Aunque el PKK ha anunciado su disolución y desarme, aparentemente sin pedir contrapartidas concretas, el Gobierno no ha dado a conocer aún los futuros pasos de este proceso.
Un alto cargo turco, que pidió el anonimato, señaló a EFE que el gesto de hoy corresponde a la tercera fase de un proceso de cinco fases, que empezó en otoño pasado con los partidos de Erdogan y Bahçeli proponiendo un «consenso nacional» y siguió en febrero con una carta abierta del fundador del PKK, Abdullah Öcalan, pidiendo el desarme.
La simbólica destrucción de armas hoy formaría parte del «desarme supervisado e irreversible y la disolución de las estructuras armadas del PKK», mientras queda para el futuro «la reintegración legal, con mecanismos para un retorno legal, garantizando tanto la rendición de cuenta como la estabilidad», en una cuarta fase.
La quinta etapa sería la integración sociopsicológica y los «esfuerzos a largo plazo para curar las heridas de las comunidades afectadas y promover la reconciliación», según el alto cargo.
EFE