Bangkok, 30 dic – Malasia registra una inédita escasez de Ozempic, un medicamento diseñado para combatir la diabetes tipo 2, cuyo uso para adelgazar, especialmente por parte de personas que no tienen altos niveles de glucosa en la sangre, ha disparado la demanda en todo el mundo, una dinámica que ha llegado al país del Sudeste Asiático.

Según reseña este lunes el medio malasio ‘The Star’, la sociedad nacional de farmacéuticos ha confirmado la escasez, un hecho que atribuyen al incremento en la demanda «por parte de personas no diabéticas» que buscan este medicamento solo «por sus efectos adelgazantes».

«Hay muchos a los que solo les interesa la potencia del fármaco para adelgazar, lo que ha creado una enorme demanda y una escasez en el mercado», explicó el presidente de la entidad, Amrahi Buang, citado en ‘The Star’.

Aunque para acceder al Ozempic en Malasia es necesaria una receta médica, los farmacéuticos advierten que cada vez más las personas encuentran formas de comprarlo sin prescripción, a través de clínicas estéticas o de plataformas de venta en línea.

En junio pasado, medios como ‘Free Malaysia Today’ alertaron del fácil acceso a este medicamento en mercados en línea, tras lo cual fue vetado de sitios como Shopee, un gigante de las compras virtuales en el Sudeste Asiático.

Ese mismo mes, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) advirtió que los fármacos análogos de GLP1, como Ozempic, «no deben usarse para la pérdida de peso estética» por personas sin obesidad o que no tengan problemas de salud relacionadas con el sobrepeso.

En esa ocasión, la EMA también instó a los profesionales sanitarios a ofrecer a estas personas sin problemas de salud que buscan perder peso consejos sobre cómo mantener un estilo de vida saludable en lugar de plantearse usar medicamentos no destinados a adelgazar por estética, una práctica que también ha causado la escasez de este fármaco en la Unión Europea (UE).

En una rueda de prensa, la directora de la EMA, Emer Cooke, remarcó que la demanda sigue creciendo, mientras que «la oferta no puede seguir el ritmo», lo que ha provocado desde 2022 una escasez de estos fármacos en todo el mundo.

EFE

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