Londres, 3 agosto.- La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, anunció hoy que se eliminarán la mayoría de las restricciones contra la pandemia en la región británica a partir del próximo lunes.
El Gobierno autónomo escocés mantendrá sin embargo la obligación de llevar mascarilla en espacios públicos interiores y la recomendación de trabajar desde casa en la medida de lo posible, a diferencia de Inglaterra, donde todas las medidas para evitar contagios quedaron abolidas el 19 de julio.
A partir de la próxima semana, los bares y restaurantes escoceses ya no estarán obligados a asegurar una mínima distancia entre sus clientes y se eliminarán los controles de aforo en todos los espacios.
En los colegios, los alumnos ya no tendrán que aislarse durante diez días si algún miembro de su burbuja de convivencia contrae el coronavirus, siempre que ellos mismos hayan dado negativo en un test.
En una sesión virtual del Parlamento escocés, la ministra principal señaló que la relajación de las medidas responde al «continuado declive de casos» de covid-19 en la región y al «éxito de la vacunación».
En Escocia, donde residen en torno a 5,5 millones de personas, se han detectado 1.016 casos de coronavirus en las últimas 24 horas y 9 muertes.
En el conjunto del Reino Unido, los últimos datos oficiales registran 21.952 contagios en una jornada, 27 % menos que hace una semana, y 24 fallecidos, un 20,2 % más.
«Estos cambios son significativos y han costado mucho trabajo», dijo Sturgeon, que subrayó que «los sacrificios que todo el mundo ha hecho durante el último año y medio nunca podrán ser sobrestimados».
«Con todo, aunque este paso va a devolvernos un grado sustancial de normalidad, es importante dejar claro que no significa el final de la pandemia ni el retorno a una vida exactamente igual a como era antes de que la covid nos golpeara», alertó Sturgeon.
«Proclamar que somo libres del virus, o que le hemos vencido, es prematuro», recalcó.