Londres, 22 marzo.- El Gobierno de Escocia publicó hoy el borrador de un proyecto de ley para la celebración de un hipotético nuevo referéndum de independencia del Reino Unido, repitiendo la misma pregunta que en el año 2014: «¿Debe de ser Escocia un país independiente?».
El secretario escocés de Relaciones Constitucionales, Michael Russell, desveló el texto de cara a la celebración de una supuesta futura consulta independentista, aunque dejó claro que será el Gobierno elegido tras los comicios del próximo 6 de mayo quien deba tomar «la decisión de introducirla formalmente en el Parlamento escocés”.
La literalidad de la pregunta que Russell aspira a trasladar a los ciudadanos deberá ser analizada por la Comisión Electoral en caso de que la legislación llegue a presentarse ante la cámara, un trabajo de estudio que llevaría alrededor de seis meses, a pesar de que la cuestión es la misma que se planteó en la consulta de 2014.
La celebración de una consulta en Escocia, en todo caso, estaría supeditada al visto bueno del Gobierno británico, que debería darle respaldo, bajo el actual marco legal, como hizo hace siete años.
Hasta la fecha, el primer ministro británico, Boris Johnson, ha descartado la posibilidad de dar ese paso.
Respecto al momento en que se celebraría un nuevo referéndum, el secretario escocés lo dejó abierto a «la elección del próximo Parlamento», si bien subrayó que debería tener lugar «una vez que la crisis sanitaria (derivada de la pandemia de coronavirus) acabe».
“El Gobierno cree que debe ser celebrado en la primera mitad de la nueva legislatura”, apostilló Russell.
La presente legislatura termina el próximo miércoles, cuando se abrirá un periodo de mes y medio de campaña electoral, hasta que el día 6 de mayo los escoceses voten la próxima composición del Parlamento de Holyrood (Edimburgo).
El líder de la oposición conservadora en Escocia, Douglas Ross, calificó la publicación de “distracción imprudente» en un momento en el que se está lidiando con una pandemia y sostuvo que su motivación es “distraer la atención del escándalo» que salpica a la ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon, sobre la gestión de las denuncias sexuales contra su predecesor, Alex Salmond.
El representante para las relaciones constitucionales del Partido Laborista, Colin Smyt, criticó también el anuncio: “La atención de todos los políticos debe ser unir al país y un referéndum de independencia no es una prioridad en estos momentos”, consideró.
El aliado del partido del Gobierno en Escocia, el Partido Verde, comparte por su parte el sentir de los nacionalistas: “El futuro de Escocia tiene que estar en manos de la gente que vive y trabaja en Escocia”, señaló su colíder, Lorna Slater, quien pidió el voto el 6 de mayo para “la celebración del referéndum».