Nápoles (Italia), 22 julio.- La vicepresidenta tercera del Gobierno de España y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, abogó hoy en Nápoles (sur) por que los países del G20 se comprometan de forma decidida y clara a combatir la crisis climática y a lograr la neutralidad en carbono para 2050.
Ribera viajó a Nápoles para participar en esta cumbre interministerial, pues España es país invitado permanente del G20, que este año se celebra bajo la presidencia de Italia.
La vicepresidenta española criticó en declaraciones a Efe que haya «países que se sienten reacios o tímidos» para detallar «con carácter claro y para una fecha dada, un objetivo» concreto sobre, por ejemplo, «cómo proteger el océano o la biodiversidad terrestre».
Dijo que los avances realizados en el pasado en materia de protección de medioambiente han sufrido «un parón» como consecuencia de la pandemia, que ha obligado a los países a concentrar sus esfuerzos en «paliar la crisis sanitaria», social y económica.
Ribera destacó que los ministros de Medio Ambiente -que se reúnen hoy en el G20 de Nápoles, mientras que mañana será el turno de los de Energía- deberían adoptar acciones concretas, porque «tienen capacidad de invertir, de hacer un esfuerzo mayor» para sumar a otros países externos a sus pactos.
«Su contribución (la del G20) a las emisiones de gases de efecto invernadero globales son suficientemente importantes como para ser todos conscientes de que si no se comprometen con claridad a las emisiones neutras, a la neutralidad de materia de clima a mitad de siglo», será complejo respetar los Acuerdos de París sobre el cambio climático.
La vicepresidenta tercera explicó que este jueves los ministros hablaron de cuestiones como las «finanzas sostenibles, verdes y azules, que permitan que los flujos financieros internacionales» favorezcan la recuperación de «la naturaleza degradada» y orienten «una prosperidad y un crecimiento que sea compatible con los límites del planeta».
Se dialogó también sobre cómo luchar contra la desertificación y degradación del suelo, cómo proteger la biodiversidad, cómo promover una economía circular y cómo combatir la contaminación de los plásticos en los océanos.
En su intervención, a puerta cerrada, destacó que España está plenamente comprometida con el objetivo de garantizar la protección efectiva de al menos el 30 % del área marina y terrestre para 2030 y dijo que el G20 debería liderar la promoción de este objetivo, señalaron a Efe fuentes oficiales.
Celebró que el G20 esté comprometido para alcanzar el sexto punto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el referido al agua, que sostiene que para garantizar su acceso universal para todos en 2030 es necesario realizar inversiones adecuadas en infraestructura, proporcionar instalaciones sanitarias y fomentar prácticas de higiene.
Alentó al resto de ministros participantes a esforzarse para finalizar el marco mundial de la diversidad biológica posterior a 2020, que debería establecer objetivos ambiciosos y realistas sobre la biodiversidad para la próxima década, así como abordar de manera más explícita la integración de la biodiversidad en otras políticas sectoriales.
Finalmente, defendió una reforma financiera global verde, que cuente con la plena participación del sector privado, incluido el financiero, para conseguir un desarrollo sostenible para las generaciones actuales y futuras.