Madrid, 13 agosto de 2021.- España va a repatriar a sus ciudadanos que se encuentran en Afganistán, al personal diplomático en Kabul y a aquellos afganos y sus familias que han trabajado con los militares y cooperantes españoles en el país centroasiático, al tiempo que no descarta la evacuación de la embajada si fuera necesario ante el avance los talibanes, que pueden estar a unos 150 kilómetros de la capital afgana.
El Ministerio de Asuntos Exteriores anunció la decisión hoy por medio de un comunicado ante el avance de los talibanes, que han tomado en pocos días varias de las principales ciudades afganas.
España «está preparada para cualquier eventualidad, incluida la evacuación de la embajada si fuera necesario y no va a dejar a nadie atrás», aseguró el ministro de Asuntos Exteriores, Manuel Albares.
Además del personal diplomático, Exteriores solo tiene constancia de la presencia de seis españoles en el país, todos en la capital, excepto un funcionario internacional que trabaja para una organización multilateral.
Según el ministro, desde la embajada española se está en contacto permanente con todos ellos para organizar la repatriación.
«Todo español que permanezca todavía en el país tiene la posibilidad de incorporarse a la operación de evacuación que pueda organizarse por parte del Gobierno. Su seguridad es nuestra primera preocupación», indica Albares en el comunicado.
La medida del Gobierno español se une a las que han tomado otros países ante el deterioro de la situación en Afganistán, después de que los talibanes se hayan hecho con el control, en solo una semana, de la mitad de las 34 capitales de provincia, entre ellas Herat y Kandahar. Según Exteriores, los rebeldes afganos están a 150 kilómetros de Kabul.
España «no reconocerá un gobierno impuesto por la fuerza» en Afganistán, según el ministro de Exteriores.
El traslado de los ciudadanos españoles va a incluir a aquellos afganos y familiares que han trabajado «codo con codo» con España durante las misiones militares y los proyectos de cooperación desarrollados en el país asiático, entre ellos, los traductores.
España está en contacto con otros países de la Unión Europea y de la OTAN para examinar la evolución de los acontecimientos e intercambiar información respecto al mantenimiento de la presencia diplomática en Kabul.