Bruselas, 13 de diciembre de 2021.- España sigue intentando reducir el recorte en las capturas de la merluza que se pesca en aguas ibéricas del Atlántico para 2022, y consideró este lunes insuficiente la propuesta de rebajar la disminución del 18,5 % al 12 %.
En cuanto al Mediterráneo, este mediodía aún no había habido “una propuesta que se acerque a ninguno de los puntos que España considera que deben modificarse para tener una propuesta equilibrada”, indicaron fuentes del Ministerio de Agricultura y Pesca español.
Esa es la situación en la segunda jornada de la reunión de ministros de Agricultura y Pesca de la Unión Europea que se celebra en Bruselas para fijar el reparto de las posibilidades pesqueras de 2022, una negociación larga y complicada que podría concluir bien entrada la madrugada del lunes al martes.
Las principales prioridades de España en esas negociaciones son evitar el recorte en las capturas de la merluza sur, que se pesca en el Cantábrico y las aguas del Atlántico desde Finisterre hasta Tarifa, y mantener los días de pesca de arrastre en el Mediterráneo.
Después de que el domingo los ministros expusieran sus posiciones, la presidencia de turno de la UE, que hasta fin de mes ocupa Eslovenia, presentó esta mañana una primera propuesta de compromiso que España no consideró “satisfactoria”, según las fuentes ministeriales.
En el caso de la merluza sur, esa propuesta de compromiso reduce el recorte desde el 18,5 % que había planteado la Comisión Europea al 12 %.
Las fuentes reconocieron «avances» que tienen «señales positivas» en el caso de la cigala y el lenguado, otras dos especies prioritarias para España, «pero no tanto en el caso de la merluza sur».
«Aunque ha habido una propuesta de avance, todavía no es suficiente para cubrir con aquellas necesidades que nosotros consideramos fundamentales», comentaron las fuentes ministeriales, y confiaron en seguir negociando para obtener «mejores resultados» en la merluza.
La consejera de Mar de la Xunta de Galicia, Rosa Quintana, también consideró insuficiente la reducción del 12 %, que sería la tercera en tres años.
«Esta última propuesta que nos han pasado por la mañana, notamos una ligera mejoría. Había una propuesta de reducción del 18 % en la captura de la merluza del sur (…) y ahora hay una propuesta de una reducción de un 12 %. Entendemos que es un paso adelante, pero que todavía no es satisfactorio», declaró en Bruselas, donde sigue las negociaciones de los ministros.
Añadió que también se habían abierto posibilidades para incrementar las capturas de abadejo, lenguado o cigala.
Desde el Ministerio de Agricultura, además, opinaron que la reducción de la merluza sur no se puede justificar por la falta de un modelo científico que explique la situación de la especie.
«Hemos explicado a la Comisión que la situación biológica del ‘stock’ es una situación buena», dijeron las fuentes.
España también busca «mejorar los planteamientos en relación con los abadejos».
Como noticia positiva, se ha conseguido que en el jurel que se pesca entre Finisterre y Tarifa las capturas vayan a crecer en 2022 un 12 %, tal y como proponía el Consejo Internacional para la Exploración del Mar, frente al recorte del 16 % planteado por el Ejecutivo comunitario.
En el Mediterráneo hay más preocupación, ya que en el mediodía de hoy aún no había una propuesta que se acerque a ninguno de los puntos que España considera que deben modificarse para tener una propuesta equilibrada, indicaron las fuentes del Ministerio.
Con la reducción de esfuerzos que propone Bruselas, el sector pescaría dos meses menos al año que cuando empezó a aplicarse el plan plurianual.
España ha mantenido encuentros bilaterales sobre el Mediterráneo con Francia e Italia y, aunque hay «puntos en común», no hay «unanimidad por parte de los tres países».
En cuanto al Atlántico, España, Francia y Portugal van «de la mano» en lo referente al lenguado, abadejo, jurel y merluza sur.
PRECIOS DE LOS FERTILIZANTES
Al margen de la pesca, el ministro español, Luis Planas, llamó la atención a la Comisión Europea sobre el impacto de la subida de los precios de la energía en el sector agrícola y ganadero, un punto en el que España cuenta con el respaldo de dieciocho Estados.
El ministro aseguró que esa situación “no es un tema de España, sino europeo y mundial”, y añadió que a pesar de que el Banco Central Europeo “nos tranquiliza, la dinámica de mercados a corto plazo no muestra razones para el optimismo”.
Agregó que ello tiene consecuencias en fertilizantes, con el alza de precios por aumento del gas, y también en las materias primas, especialmente, en cereales o en la soja.
Por tanto, pidió a la Comisión hacer un “seguimiento pormenorizado del precio de los insumos y costes de producción de agricultores y ganaderos”.
“Haría falta un enfoque coordinado para recurrir en su caso a los instrumentos que la Comisión Europea tiene a su alcance”, dijo Planas.
EFE
