Recientemente el ministro de Defensa Iván Velázquez, anunció que en Colombia hubo una reducción de homicidios en el primer trimestre de 2023, debido a que el país se han presentado cambios trascendentales.
Desde la ONG Corpades y la Agencia de Prensa Análisis Urbano, nos dimos a la tarea de hacer una radiografía sobre el comportamiento de los casos de homicidios en el país en estos 90 primeros días del año.
Mientras los primeros 3 meses del año 2022 mostró 3.279 muertes violentas, el año 2023 fueron contabilizados en las estadísticas policiales cerca de 3.090 casos, una leve reducción significativa de un 5.8%.
Tipo de arma usada en los homicidios
En cuanto al tipo de arma usado, en el 76% de los homicidios en Colombia fueron cometidos con arma de fuego, el 18% con arma blanca o cortopunzante y el 5% con un objeto contundente.
En la narrativa de elementos circunstanciales sobre casos de homicidios, en un 6% aumentaron los homicidios cometidos con arma blanca. Las muertes violentas cometidas con el uso de artefactos explosivos se reducen en 23%, con objeto contundente también se reducen en 13% y con arma de fuego 8%.
Homicidios por Género
Cerca del 8% de las muertes intencionales ocurrieron contra mujeres, mientras que en el 92% de los casos las víctimas eran de sexo masculino.
En los casos de homicidios a mujeres, los datos arrojan una reducción del 23.6% de los casos, mientras que los hechos en los cuales las víctimas fueron de sexo masculino la reducción es del 4.1%.
Los departamentos con cifras más altas, fueron en su orden Valle con 567 y 519 respectivamente en los primeros 90 días de los años 2022 y 2023. Le siguen Antioquia (436 y 370), Cundinamarca (306 y 343), Atlántico (179 y 197), Cauca (187 y 187), Bolívar (142 y 165), Norte de Santander (136 y 123), Magdalena (120 y 115), Santander (92 y 107), Nariño (98 y 98), Cesar (84 y 97), Tolima (71 y 90) y Sucre (48 y 82).
Como ya fue mencionado, los homicidios en el país presentan una reducción significativa al comparar los primeros 90 días de los años 2022 y 2023.
Sin embargo, en los departamentos de Sucre el aumento de los casos aumentó en un 71%, Guaviare 70%, Risaralda 37%, Quindío 32%, Tolima 27%, Santander 17%, Bolívar 16%, Cesar 15%, Cundinamarca 12%.
Los departamentos que más redujeron los casos de muertes violentas fueron Vaupés en un 100% (Durante el 2023 no se presentó ningún asesinato), Vichada 67%, Arauca 61%, Amazonas 50%, Casanare 48%; Chocó muestra un pequeño respiro en las tasas de violencia y los homicidios se redujeron en un 43%, Córdoba 41%, Guajira 28% y Putumayo en un 24%.
Importante mencionar que en el departamento de Antioquia los casos de homicidios muestran una reducción del 15%.
Los 10 municipios más peligrosos del país
En términos cuantitativos la ciudad de Cali es la ciudad de Colombia que más casos de homicidios presenta en los primeros 90 días de los años 2022 y 2023. Los informes oficiales muestran que en esta ciudad se cometieron 250 homicidios en 2022, la misma cifra que durante el 2023.
La segunda ciudad con más casos es Bogotá. En los primeros 90 días del año 2022 ocurrieron 212 y en el mismo rango de tiempo, pero del 2023 la cifra aumentó en un 17%.
Los análisis para la ciudad de Barranquilla muestran que los homicidios van en aumento del 1%, en Cartagena la reducción es del 6%, Cúcuta se reduce en un 10%, entre el 2022 y 2023.
La ciudad de Soledad del departamento del Atlántico muestra un comportamiento estadístico con un aumento del 36%, igualmente el municipio de Valledupar en donde los homicidios muestran un aumento del 81% para estos tres primeros meses de este análisis. En Santa Marta el aumento fue del 7%.
La ciudad de Medellín reporta una reducción del 2% en los casos de muertes violentas.
Análisis General
Una lectura general permite establecer que abrir los espacios de diálogo han funcionado para salvar vidas y mejorar las condiciones humanitarias de las poblaciones con mayores índices de violencia.
Por otro lado, si hay ciudades y áreas en donde se deben reforzar los diálogos humanitarios y el cese de hostilidades de grupos armados contra la población, ello será significativo para avanzar en las confianzas para las mesas de negociación, pero también para que se despierte una sensación generalizada de toda la población en creer en un ambiente favorable hacia la paz.
Por otro lado, las políticas públicas de desmantelamiento y sometimiento de integrantes de grupos armados deben seguir siendo una apuesta decidida en los estamentos competentes.
La duda radica ahora en cómo la Fiscalía General de la Nación cumple con los compromisos históricos de acabar con los índices de impunidad, los cuales son necesarios para el primer escalón en las garantías de no repetición.
A.U.
