En los últimos días, el denominado Clan del Golfo ha robado portada en los principales diarios del país. El motivo ha sido el llamado «plan pistola», emprendido por esta organización luego de la neutralización por parte de la Fuerza Pública de Uldar Cardona Rueda, alias Pablito, abatido en las selvas de Urabá el pasado 2 de mayo; fecha en la que empieza a rodar el plan.
Pablito era uno de los hombres más cercanos a Roberto Vargas Gutiérrez, alias Gavilán, segundo al mando de la organización criminal y con quien Cardona Rueda habría comenzado su actividad delictiva en las Autodefensas Unidas de Colombia y en el mundo del narcotráfico y la ilegalidad. Por eso es que Gavilán ha sido señalado de ser el cerebro del Plan Pistola contra la Fuerza Pública. Al mejor estilo de Pablo Escobar, el saldo de policías asesinados a la mansalva supera los diez uniformados en todo el país, sin embargo, 42 miembros del Clan del Golfo han sido detenidos y otros siete neutralizados. Razón que al parecer no tiene nada contento a Darío Antonio Usuga, alias Otoniel, máximo jefe de esa agrupación y encargado del negocio de la coca y las rentas del narcotráfico, mientras que Gavilán tendría el papel de ser el responsable del ala militar de la organización. Los riesgos que ha corrido esta agrupación delincuencial por cuenta del «plan pistola» serían los que tienen enfrentados a sus dos máximos jefes, sumado al hecho de que Otoniel considera la arremetida contra la fuerza pública un desvío de sus intereses en el negocio del narcotráfico.
Captura de Ómar Noguera Camacho, alias Boyaco
Tras la muerte de alias Pablito, el sucesor designado por la cúpula del Clan del Golfo fue Omar Noguera Camacho, alias Boyaco, quien sería capturado por la Policía en Santa Fe de Ralito, Montería, el pasado 23 de mayo, en pleno auge de dicho plan criminal contra la fuerza pública.
Boyaco sería la persona encargada de pagar por policías asesinados en el norte del país. Por este había una recompensa de 115 millones de pesos, ya que era el principal responsable de las finanzas del Clan y de las rutas del narcotráfico hacia Centroamérica. También era la persona encargada de revisar la calidad de la droga, la logística y el testaferrato de la banda. Por eso el duro golpe propiciado a la estructura delincuencial con su captura.
No obstante, el hecho que preocupa a la cúpula del Clan del Golfo, principalmente a Otoniel, es que el vacío de poderes dejado por Pablito y Boyaco ha sido ocupado por mandos regionales que ascendieron en la estructura criminal de manera improvisada por los fuertes golpes propiciados por las autoridades. Estos cabecillas han sido señalados en la perdida de dineros y caletas, generando desconfianza en los máximos jefes.
Según la Dirección de Investigación Criminal e Interpol (Dijín), las rencillas en el Clan del Golfo se deben a la pérdida de dineros y de droga, lo que ha conllevado a que sus principales jefes den la orden de reducir los recursos disponibles y la logística como castigo por el desajuste de cuentas. Aspecto que ha incidido para que los miembros de la banda criminal colaboren con la justicia colombiana.
Captura de Luis Eduardo Ortiz Tuberquia, alias el Indio
Gracias a información suministrada por los mismos miembros del Clan del Golfo, la Policía capturó en el municipio de Necoclí, Urabá antioqueño, a Luis Eduardo Ortiz Tuberquia, alias el Indio, considerado el cabecilla urbano de la organización y quien estaría detrás del Plan Pistola en dicha región.
Según el Coronel Wilson Pardo Salazar, comandante de la Policía de Antioquia: «Hay una disputa, una pugna entre los mismos integrantes del Clan del Golfo, donde para capturar a alias el Indio nos dio muy buena información los mismos miembros de esta estructura, que no están de acuerdo especialmente con los atentados contra los policías en toda la región de Antioquia».
Todo parece indicar que el detonante de las rencillas en el Clan del Golfo ha sido el peligroso y arriesgado «plan pistola» emprendido contra la fuerza pública, lo que ha hecho que muchos de sus miembros opten por desacatar las ordenes de Gavilán y sus allegados y prefieran colaborar con las autoridades.
En palabras del comandante de la Policía para el Urabá, el coronel Luis Eduardo Soler: «El enfrentamiento interno es entre los dos miembros más importantes del clan: alias Otoniel y Gavilán. El primero dirige todo lo relacionado con el narcotráfico, mientras que el segundo lidera el brazo militar. Gavilán no sabe cómo la Policía obtiene información tan fácilmente sobre ellos. Gente del Clan nos contó que en esa búsqueda por encontrar los responsables se han dado desavenencias entre los dos líderes y que incluso han matado miembros del Clan. Están desesperados. La gente empezó a confesar ante las autoridades porque le empezaron a deber meses de trabajo dentro del grupo criminal y se cansaron. No tienen el mismo dinero que antes. Este “plan pistola” es un intento desesperado de frenar las actuaciones de la Policía y de la fuerza pública en general».
De ser cierto dicho enfrentamiento entre los dos principales jefes del Clan del Golfo, esta sería la oportunidad perfecta para desarticular de una vez dicha estructura del narcotráfico. Sus mandos están divididos y la Operación Agamenón les ha dado fuertes golpes en sus finanzas y logística. Todo está dado para que las autoridades actúen antes de que se reestructuren.
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