Colombia, 9 de agosto de 2022- La Asamblea General de Naciones Unidas decidió, en su resolución A/RES/49/214, que cada 9 de agosto se celebre el Día Internacional de las Poblaciones Indígenas.
“Cuenten con nosotros para la paz, nunca para la guerra», es una de las frases que los pueblos indígenas han expresado ante la Jurisdicción Especial de Paz, que reconoce el aporte de los pueblos indígenas en la implementación de la justicia transicional y la construcción de paz.
La JEP conmemora el Día Internacional de los Pueblos Indígenas y trabaja conjuntamente desde el respeto y el diálogo intercultural e interjurisdiccional que da cuenta de sus prácticas culturales, espirituales y procesos de organización social.
En medio del conflicto armado y de un desfavorable contexto, los pueblos indígenas continúan adelante, resistiendo a la violencia y han sido tejedores de vida, de paz y de saberes.
Es imposible no reconocer las afectaciones de las múltiples violencias en sus cuerpos, vidas, y comunidades; ellos han sufrido distintos hechos victimizantes, como el desplazamiento forzado, las amenazas y el confinamiento. Resistiendo desde su propia historia, desde sus prácticas, el cuidado de sus conocimientos, la protección de sus territorios y su vida comunitaria, los pueblos indígenas han tenido un compromiso claro por la construcción de la paz en Colombia.
El movimiento indígena colombiano participó activamente del proceso de la séptima papeleta desarrollado en 1990. También logró incorporar en la Constitución Política de 1991 el reconocimiento de la diversidad étnica y cultural del país. A través de la participación de la Comisión Étnica para la Paz en los diálogos de La Habana, se logró materializar el Capítulo Étnico y fueron las mujeres indígenas quienes reclamaron la incorporación del enfoque mujer, familia y generación en el Acuerdo Final de Paz.
Los pueblos indígenas de Colombia han sido defensores de la paz. Han salvaguardado saberes y culturas milenarias que hoy aportan una visión sostenible de la vida y el territorio.
La JEP reconoce la importancia de los pueblos indígenas y ha puesto en el centro sus relatos y testimonios como columna vertebral de la investigación. De hecho, tres de los siete macrocasos actuales abiertos por la JEP se orientan por la revisión de las violencias ejercidas contra las poblaciones indígenas, sus conocimientos y sus entornos naturales.
Hoy, la interlocución entre las autoridades de los pueblos indígenas y la magistratura de la JEP es horizontal, entre iguales, respetando el pluralismo jurídico y reconociendo la importancia de ambas jurisdicciones. Es un diálogo que, como se definió desde un principio, es intercultural, en donde prevalece la articulación, coordinación y cooperación entre los sistemas de justicia propia y la justicia transicional. Sin duda, esta relación ha permitido definir un sistema que se ha constituido en ejemplo para otras regiones y experiencias como la nuestra.
Otro avance evidente en la JEP ha sido la contratación de profesionales altamente calificados con pertenencia indígena en la planta como servidores, servidoras y contratistas. Para ello, la JEP ha adecuado la institucionalidad para garantizar los derechos de los pueblos y comunidades, especialmente de las víctimas del conflicto armado.
Los pueblos indígenas son los poseedores de una tradición oral ancestral que les ha permitido resolver conflictos, aprender de los errores y caminar hacia la paz. Hoy, más que nunca, se hace indispensable proteger la vida de los grupos étnicos en Colombia y construir esfuerzos para salvaguardar sus derechos, visiones y territorios.
