Adís Abebba, 24 de marzo de 2022.- El Gobierno de Etiopía declaró hoy una «tregua humanitaria indefinida» con efecto inmediato en el conflicto armado que le enfrenta desde noviembre de 2020 a los rebeldes de la región norteña de Tigré.
«Se toma esta decisión para garantizar el libre flujo de ayuda humanitaria de emergencia para todos aquellos que la necesitan», señaló el Gobierno etíope en un comunicado difundido a través de sus redes sociales este jueves, después de meses de un «bloqueo de facto» en la región, según han denunciado las Naciones Unidas.
«El compromiso asumido por el Gobierno de Etiopía podría tener su resultado deseado de mejorar la situación humanitaria sobre el terreno solo en la medida en que sea recíproco desde el otro bando», señaló el Ejecutivo, al anunciar esta medida de manera unilateral.
«Para facilitar el éxito de la tregua humanitaria, el Gobierno llama a los insurgentes de Tigré a desistir de actos de agresión y retirarse de zonas que han ocupado en los territorios vecinos», añadió.
Desde el inicio de la guerra, la ONU y organizaciones humanitarias vienen denunciando el bloqueo sobre Tigré, que ha impedido el acceso de suministros humanitarios y médicos, junto al corte de los servicios de telecomunicaciones y bancarios, especialmente desde julio pasado, cuando los rebeldes tigrinos recuperaron el control de la región.
«Se espera que el nivel de inseguridad alimentaria empeore en los próximos meses conforme se agotan las existencias de alimentos restantes de la última cosecha (…) y la asistencia humanitaria no se entrega a escala y a tiempo por la falta de acceso por carretera a Tigré», advirtió esta semana la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
Actualmente, solo existe una vía de acceso por tierra, a través de la vecina región de Afar, donde el movimiento se ha visto interrumpido por el reciente reavivamiento de los combates en esa zona.
A mediados del pasado febrero, la Organización Mundial de la Salud (OMS) obtuvo por primera vez permiso desde julio de 2021 para enviar suministros médicos a la región, como equipos esenciales y de protección para los sanitarios, medicinas para la malaria y diabetes y tratamientos contra la desnutrición aguda.
El Gobierno etíope hizo este anuncio después de la visita al país esta semana del enviado especial de Estados Unidos para el Cuerno de África, David Satterfield.
La guerra estalló el 4 de noviembre de 2020, cuando el primer ministro Abiy Ahmed ordenó una ofensiva contra el Frente Popular de Liberación de Tigré (FPLT) -partido que gobernaba la región- en represalia por un ataque contra una base militar federal en Tigré y tras una escalada de tensiones políticas.
Desde finales de octubre de 2021, el FPLT consiguió avanzar sus posiciones hacia el sur y amagó con la posibilidad de marchar sobre Adís Abeba, que también es sede de la Unión Africana.
El temor a que los rebeldes pudiesen atacar la capital de Etiopía -segundo país más poblado de África y un importante aliado de Occidente- animó los esfuerzos diplomáticos de la comunidad internacional para conseguir una solución negociada.
Sin embargo, el pasado 11 de febrero, la representante especial de la Unión Europea para el Cuerno de África, la alemana Annette Weber, lamentó que Etiopía aún «está lejos» de encontrar una solución pacífica al conflicto, aunque los rebeldes tigrinos anunciaron la retirada de sus tropas a Tigré y el Gobierno central liberó a varios rebeldes y presos políticos a finales de diciembre.
Según la ONU, unos 5,2 millones de personas necesitan ayuda humanitaria en Tigré y las regiones vecinas de Amhara y Afar.
Asimismo, miles de personas han muerto y unos dos millones han tenido que abandonar sus hogares debido a la violencia.
EFE
