La Paz, 11 de julio de 2025.- Los pueblos indígenas de Bolivia aspiran a que sus derechos sean respetados por el Gobierno que sea elegido en los comicios generales de agosto, tras casi 20 años en los que su lucha y representación fueron «monopolizadas» y «distorsionadas» por el expresidente Evo Morales y el partido gubernamental, según denuncian algunos líderes.
La llegada de Morales (2006-2019) y del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) al poder por primera vez en 2006 generó esperanzas en los pueblos originarios, pues el político, cuyo liderazgo surgió en los sindicatos cocaleros del centro del país, se presentó como el «primer presidente indígena» de Bolivia y prometió cambios e inclusión.
El vocero de la Coordinadora Nacional de Defensa de los Territorios Indígenas Originarios Campesinos de Bolivia (Contiocap), Álex Villca, dijo a EFE que entonces, los indígenas creyeron que Morales «iba a generar cambios sustanciales y profundos» con su «proceso de cambio», como llaman los oficialistas a los Gobiernos del MAS, pero eso no ocurrió.
«Los pueblos indígenas seguimos como hemos estado viviendo en el pasado, incluso diríamos que hemos retrocedido durante el periodo de Gobierno del MAS», lamentó Villca, que es indígena uchupiamona.
Lucha histórica
La lucha indígena precede por mucho al actual oficialismo, pues los movimientos indígenas empezaron a gestarse en la década de 1980, a la luz del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, dijo a EFE la diputada indígena opositora Toribia Lero.
La parlamentaria, que pertenece a la nación Sura, mencionó como uno de los primeros hitos una marcha desde la Amazonía hasta La Paz que en 1990 puso en el mapa por primera vez a los indígenas amazónicos y del oriente y sentó las bases para el reconocimiento de su derecho al territorio.
Durante el primer mandato de Morales hubo un proceso constituyente que culminó con la promulgación de una nueva Constitución en 2009, con un amplio reconocimiento de los derechos de 36 pueblos indígenas, algo que el oficialismo destaca como uno de sus mayores logros.
Pero luego las etnias fueron «despojadas» de su «proyecto histórico» y político por el MAS, que se «ha apropiado» del mismo como si ese partido fuera el único impulsor de «la resistencia de los pueblos indígenas», y «a partir de eso se va distorsionando ese proceso», lamentó Lero.
Villca coincidió en que hubo una «apropiación de las luchas y resistencias» indígenas por parte del MAS y sostuvo que Morales, «antes de llegar al poder, nunca se ha autoidentificado como indígena» y que «siempre se presentaba como cocalero».
A su juicio, el mostrar a Morales como el «primer presidente indígena» fue «más por una estrategia de marketing político» que «ha calado profundo, sobre todo en la comunidad internacional que hasta ahora cree» que el exmandatario veló por «los intereses» de estos pueblos.
Desencanto y reproches
Para Lero, el punto de quiebre fue la brutal represión policial en 2011 sufrida por una marcha indígena contra un proyecto de Morales para construir una carretera que partía en dos una reserva natural sin consultar a sus habitantes.
Agregó que en los años posteriores el MAS aprobó «una serie de leyes ecocidas, etnocidas» que propiciaron la expansión agrícola y minera a costa de los territorios indígenas.
Evo Morales no podrá participar en las elecciones del 17 de agosto por una disposición constitucional y porque, en su pelea con el presidente Luis Arce, se quedó sin partido político.
Ante esto, el exgobernante y sus seguidores aseguran que el movimiento indígena, la «Bolivia profunda», como le llama Morales, no estará representado en los comicios, lo que rechazaron sus detractores.
Villca sostuvo que Morales «no es la persona indicada» para hablar de exclusión, porque en su Gobierno no tomó en cuenta a todos los pueblos indígenas y Lero denunció que el expresidente les redujo «a una cuestión de partido político».
«Si no eres del MAS, no eres indígena, y si eres indígena, eres masista, a ese nivel nos ha reducido este señor (Morales) y se ha atribuido la representación, el monopolio», advirtió la parlamentaria.
Ambos dirigentes coincidieron en acusar al MAS de dividir a las organizaciones indígenas y expresaron su deseo de que en algún momento éstas recuperen su independencia y «autonomía orgánica».
«Esa lucha para ser representados no la va a hacer un partido político, la tenemos que hacer nosotros, los pueblos indígenas», afirmó Villca.
Gina Baldivieso
EFE