Ciudad Juárez (México), 5 de octubre de 2022.- Los padres del migrante mexicano Jesús Iván Sepúlveda buscan justicia tras la muerte de su hijo de 22 años, asesinado al cruzar la frontera la semana pasada por Michael Sheppard, exdirector del Centro de Detención migratoria de West Texas en Sierra Blanca.
Napoleón Sepúlveda, padre del joven, calificó el hecho como un crimen de odio y racismo en entrevista con Efe tras llegar a Ciudad Juárez, en la frontera de México con Estados Unidos, para recuperar el cuerpo de su hijo tras su muerte el 27 de septiembre.
«Mi hijo salió de Durango y llegó aquí a Juárez para cumplir su sueño, ir a Austin, Texas. Él era un buen hijo, no tomaba, no fumaba y quería juntar dinero para comprar una casita, vivir ahí con su esposa y sus hijas», expuso.
Sepúlveda pidió a las autoridades mexicanas y estadounidenses que trabajen para encarcelar a los responsables.
«Eso no me va a regresar a mi hijo, pero no quiero que alguien más sufra lo que yo», expresó.
UN VIAJE TRÁGICO
Jesús Iván, originario del norteño estado de Durango, murió en el desierto al sur de Sierra Blanca, Texas, mientras viajaba acompañado de 13 personas provenientes de la misma región.
Los viajeros pararon para tomar agua tras cruzar la frontera y, en ese momento, el exjefe de un centro de detención de migrantes y su hermano gemelo dispararon contra ellos, lo que resultó en la muerte de Jesús Iván y la hospitalización de Brenda Berenice Casías, migrante mexicana.
Pese al tiroteo, los hermanos Mark y Mike Sheppard quedaron libres este lunes tras pagar fianzas de 250.000 dólares cada uno mientras esperan el juicio.
«Me hicieron mi corazón pedacitos, él apenas tenía 22 años, empezaba a vivir. Espero justicia y le pido al presidente de Estados Unidos (Joe Biden) que haga justicia, basta de dejar a madres destrozadas, esposas viudas y niños sin padre», declaró en entrevista Luz María Martínez, madre de Jesús Iván.
Entre lágrimas, contó que su hijo ya había intentando cruzar a Estados Unidos dos veces desde 2021.
“Nos decía que esta ocasión sería la buena para cruzar», recordó.
Además, Efe accedió a uno de los audios que Brenda mandó a sus familiares.
“Los muchachos están bien, nomás yo y otro muchacho nos dispararon, el muchacho se murió y yo creo yo ando en eso», expresa la mujer en el mensaje de voz.
«Yo me estoy muriendo, me dieron un balazo, ya no sé qué hacer», añade.
CRISIS DE HUMANIDAD
El hecho es un nuevo episodio del flujo migratorio récord hacia Estados Unidos, cuya Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) ha interceptado a más de 2,15 millones de personas en lo que va del año fiscal 2022.
Sandra Lizeth Cárdenas, viuda de Jesús Iván, quedó sola a cargo de sus dos hijas, de seis meses y 3 años de edad.
“Esperamos justicia, que les den la pena máxima a los asesinos. Ellos dicen que fue algo involuntario, pero claro que no lo fue. Él era un buen padre, trataba de darnos siempre lo mejor, por eso intentó ir a Estados Unidos, buscaba que tuviéramos una casa propia, era su sueño», manifestó.
Otro de los afectados fue el primo del fallecido, Uriel Villanueva, detenido tras el tiroteo.
«Mi sobrino tenía la ilusión de trabajar en Estados Unidos, porque mi hermana está enferma de un pie. Él tenía la ilusión de mandar dinero. Yo no creo el argumento de los criminales, dijeron que estaban cazando patos y los confundieron, a las 3 de la tarde, claro que no», comentó Luz María Martínez.
El hecho despertó indignación en activistas como Fernando García, director de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos (BNHR, por su siglas en inglés), quien dijo que los sucesos son resultado de una narrativa racista y anti inmigrante promovida por el gobernador de Texas, Greg Abbott.
«Por eso tienen policía en la frontera y dicen que los mexicanos son malos. Pedimos que se castigue a los criminales, que cazaron a los migrantes en una actitud meramente racista», declaró a Efe.
La congresista estadounidense Verónica Escobar pidió una investigación al Departamento de Justicia estadounidense.
EFE