Jerusalén, 17 de enero de 2022.- La familia palestina que desde esta mañana está atrincherada con gasolina y bombonas de gas en su casa del Jerusalén este ocupado, por una orden judicial de desalojo, negocia con las autoridades israelíes para paralizar su expulsión.
“Esperamos que la Alcaldía y la Policía hagan lo correcto y razonable y se cancele el desalojo. Pero mientras no haya un compromiso por escrito, es difícil creerlo», declaró en un comunicado un comité de apoyo a la familia Salhiya, después de que hoy excavadoras israelíes derribaran el vivero colindante a la vivienda.
El Ayuntamiento de Jerusalén ha expropiado los terrenos que esta familia ocupa desde los años cincuenta y hoy, sus quince miembros, se atrincheraron en la casa, sin luz desde el corte de electricidad de esta tarde, y amenazan con «hacerla volar» si les obligan a abandonar la casa.
«Llevamos en esta casa desde los años cincuenta y luchamos contra el desalojo durante 25 años. Nos han ofrecido dinero para irnos y hemos luchado para salvar nuestro hogar», indicó Abdallah Ikiramhawi, uno de los miembros de la familia.
El caso de los Salhiya es una de los decenas de órdenes de expulsión que afectan a los vecinos palestinos del céntrico barrio de Sheij Yarrah, la mayoría por demandas de judíos que reclaman la propiedad de las casas, pero en este caso son las autoridades israelíes que han decretado la expropiación del terreno para construir una escuela.
Los Salhiya, como gran parte de los vecinos de este barrio, son refugiados palestinos desde la creación del Estado de Israel en 1948.
La policía israelí mantiene desde esta mañana un amplio dispositivo de seguridad e impide el acceso a la vivienda y a la calle, cerca de la que durante el día se han congregado vecinos y activistas pro-palestinos.
Las misiones diplomáticas de la Unión Europea (UE), incluida España, acudieron también al barrio, que hoy registra una alta tensión, y pidieron posponer el desalojo hasta que se celebre la vista judicial sobre este caso prevista para el 23 de enero.
«Es imperativo desescalar la situación y buscar una resolución pacífica. Los desalojos y las demoliciones son ilegales según el derecho internacional y socavan significativamente las perspectivas de paz, además de alimentar las tensiones sobre el terreno», indicó la misión diplomática de la UE en Jerusalén en un comunicado.
«Aquí hay un crimen enorme contra los palestinos, como en todo el este de Jerusalén, bajo ocupación y como en toda Cisjordania», manifestó a Efe Ofer Kasif, diputado de la coalición izquierdista Lista Unida en el Parlamento israelí, quien también se acercó al vecindario.
Las inminentes órdenes de expulsión en este emblemático barrio de Seij Yarrah han generado una fuerte oposición local e internacional, y el pasado mayo desencadenó numerosas protestas que derivaron en la escalada bélica con las milicias aramadas de Gaza.
Jerusalén este, donde residen más de 300.000 palestinos y 200.000 colonos israelíes, está ocupado y anexionado por Israel, que impone sus leyes civiles en contra de la norma internacional.
EFE