Es evidente que la estructura política y la línea de mando en el partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) no ha cambiado mucho de lo que se conocía en su época de guerra. La extinta guerrilla, en su proceso de reinserción a la vida civil y política, ha optado por mantener su jerarquía, oficializando a Timoleón Jiménez como su candidato a la presidencia y a Iván Márquez y a Jesús Santrich como los que encabezarán sus listas a Senado y Cámara, respectivamente.
Las reacciones por parte de las víctimas y de los sectores opositores al Acuerdo de Paz no se hicieron esperar, sobre todo, porque ninguno de los miembros del Secretariado de las FARC ha pasado por la Justicia Especial para la Paz (JEP), que en estos momentos se encuentra en trámite en el Congreso de la República y que ha sido difícil de agilizar debido la falta de quórum en la sesiones.
La candidatura presidencial de las FARC estará representada por Timochenko con una fórmula que sorprende: Imelda Daza. Exmilitante de la Unión Patriótica que sobrevivió al genocidio y estuvo exiliada en Suecia durante 26 años. La ahora integrante del Movimiento Voces de Paz y Reconciliación, reaparece en la arena electoral al lado de quien fuera el máximo comandante de la guerrilla más antigua del continente.
Jiménez y Daza serían entonces los encargados de llevar las propuestas de la FARC y su visión del país a la campaña presidencial más álgida que se haya visto en la historia reciente de Colombia. Por otro lado, las listas a Senado y Cámara quedaron definidas de la siguiente manera:
Senado: Iván Márquez, Pablo Catatumbo, Carlos Antonio Lozada, Victoria Sandino, Sandra Ramírez y Benkos Biojó.
Cámara de Representantes: En Bogotá la lista la encabezará Byron Yepes; en Antioquia, Olmedo Ruíz; Valle del Cauca, Marco León Calarcá; Santander, Jairo Quintero; y Atlántico, Jesús Santrich, quien además encabezará la lista general a esta corporación.
Lo anterior evidencia que la jerarquía del Estado Mayor Central y del Secretariado Mayor de las FARC se mantiene. Actualmente, Timoleón Jiménez, aparte de ser el candidato presidencial de este partido político, es su presidente. Lo mismo ocurre con Márquez y Santrich, que fueron de las caras más visibles en los diálogos de La Habana, siendo el primero el jefe del equipo negociador de la insurgencia y el segundo su mano derecha durante los cuatro años que duró el proceso. De las diez curules aseguradas en el Acuerdo de Paz, a las cuales tendrán derecho las FARC, la mayoría van a ser ocupadas por quienes fueron los miembros del secretariado, máximo órgano decisorio en esa guerrilla.
El pasado 11 de octubre, en entrevista conferida a la W Radio, Iván Márquez fue cuestionado por el nombramiento de Sandra Ramírez, viuda de Manuel Marulanda Vélez, como integrante de la lista al Senado de la República, a lo que el exjefe del equipo negociador dio entender, que se merecía una curul por ser la compañera de lucha de alias Tirofijo. Prácticas muy similares a las utilizadas por la clase política tradicional colombiana, siendo muy cuestionable la respuesta inmediata de Márquez.
Con las listas presentadas al Congreso de la República y con Timochenko como candidato presidencial, es evidente que los antiguos comandantes de las FARC están más preocupados por la campaña electoral que se avecina, que en llevar a cabo los acuerdos en los territorios en donde hicieron presencia histórica, y en donde podrán sacar, seguramente, la mayor cantidad de votos.
A quien fue máximo comandante de la organización guerrillera no solo se le cuestiona, desde los sectores opositores al Acuerdo de Paz, el hecho de no haber pasado por la JEP, sino que desde el campo académico y las organizaciones sociales se cree que es poco estratégico postular a la figura más visible y más reverenciable de la guerrilla como el candidato presidencial después del proceso de negociación.
Si la comandancia de FARC fuera inteligente, estaría concentrada en el problema gravísimo de sus disidencias, que en parte también se debe a la falta de mando del Secretariado Mayor en los comandantes medios o rasos, quienes están optando por abandonar la Justicia Especial y volver a reincidir en el mundo de la ilegalidad. Ganar en las urnas de nada sirve sino se le presta atención al trabajo social con las bases y a la veeduría a los Acuerdos de Paz, que han sido incumplidos por el Gobierno nacional, pero que ahora parecen apartarse de la dirección general del naciente partido FARC, enfocado en mantener los puestos que detentaron durante 64 años en la guerra.
Fuentes:
http://www.semana.com/nacion/articulo/timochenko-es-el-candidato-de-las-farc/545649
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