El despliegue investigativo y operativo del CTI de la Fiscalía General de la Nación, y la articulación de capacidades con el Gaula Militar del Ejército Nacional, permitieron la liberación de la universitaria, Natalia Andrea Salazar Toro, de 23 años, reportada como desaparecida hace seis días.
La joven llegó a un sector de la ciudad, luego de que los presuntos secuestradores la dejaron ir, ante la presión ejercida por los investigadores y las unidades militares que tenían indicios sobre el lugar donde permanecía retenida la víctima y los traslados que pretendían hacer con ella.
Desde el momento en el que fue reportada la desaparición de la estudiante, la Fiscalía dispuso de varias técnicas de policía judicial como búsqueda de datos, verificación de accesos públicos y análisis de las evidencias encontradas en el vehículo de la mujer hallado abandonado a pocas cuadras de la vivienda en la que estuvo reunida en un acto social el pasado fin de semana, en la vía que de Cali conduce al Jamundí (Valle del Cauca).
La noche del sábado 22 de agosto, hacia las 11:30 p.m., funcionarios del CTI y el Gaula Militar ubicaron a Natalia Salazar, en el barrio Ciudad Pacífico, oriente de Cali, donde llegó por sus propios medios. La estudiante se reunió con sus seres queridos, luego de recibir asistencia por parte de los funcionarios del CTI de la Fiscalía y del Ejército.
La familia de la universitaria reportó su desaparición el pasado lunes 17 de agosto de 2020. De inmediato, la Fiscalía General de la Nación activó el protocolo para iniciar las indagaciones y dar con su paradero.
Entre el 17 y el 22 de agosto, el CTI, a través personal de la Sección de Análisis Criminal, Telemática y Criminalística, analizaron una grabación enviada a la familia de Natalia Salazar, en la que los presuntos delincuentes exigieron 90.000 euros para dejar a la víctima en libertad. En otras comunicaciones, conocidas posteriormente, los señalados secuestradores bajaron la extorsión a 20 millones de pesos.