París, 30 julio de 2025.– Francia asume el acuerdo que impondrá con carácter general un arancel del 15 % a los productos europeos en Estados Unidos, pero va a poner todo fuerza para que en la negociación de los detalles que sigue en marcha se consiga una exención total para los licores y los vinos.
En una comparecencia pública de varios ministros franceses en París que recibieron a los representantes de los sectores más afectados por los aranceles, el titular de Economía, Eric Lombard, reconoció que mientras el acuerdo no esté firmado, «no hay certeza absoluta» sobre el contenido y que hay que dejar que la negociación continúe.
Pero insistió en que, de la misma forma que en el pacto anunciado el domingo entre la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente estadounidense, Donald Trump, ya se prevé una exención total de aranceles para los intercambios de aviones y componentes aeronáuticos, Francia presiona «de forma muy clara para una exención igualmente de los vinos y licores».
La ministra de Agricultura, Annie Genevard, subrayó la importancia que tienen para Francia esos dos sectores, ya que del total de los 5.000 millones de exportaciones agroalimentarias a Estados Unidos, 4.000 millones corresponden a los vinos y licores.
Lombard insistió en que el compromiso presentado el domingo en Escocia por Von der Leyen y Trump supone «en primer lugar un alivio por haber evitado una escalada comercial y por haber evitado aranceles del 30 %» con los que había amenazado el presidente estadounidense a partir del 1 de agosto.
No obstante, habló igualmente de «decepción» por tener que asumir un 15 % de aranceles, pero haciendo notar que es lo que Estados Unidos llevaba aplicando desde que Trump desencadenó la guerra comercial en abril.
En todo caso, dijo que la urgencia ahora es trabajar con la Comisión Europea para que «se clarifiquen las exenciones» de las que se deberían beneficiar otros sectores, más allá de la aeronáutica.
El ministro del Comercio Exterior, Laurent Saint-Martin, señaló que después de la concreción del acuerdo sobre los bienes con Estados Unidos, Francia tiene intención de conseguir una forma de reequilibrio en la negociación sobre los intercambios de servicios, como lo viene diciendo desde hace varios meses.
Según Saint-Martin, «si la voluntad de Donald Trump era reequilibrar la balanza de los bienes, creo que no hay que tener ningún tabú para hacerlo con la de los servicios».
Se refería así al hecho de que mientras la UE tiene una balanza comercial con amplios excedentes, en los servicios es todo lo contrario, sobre todo por el carácter ultradominante de los gigantes digitales estadounidense en su actividad.
Preguntado sobre las declaraciones del presidente francés, Emmanuel Macron, en las que se ha lamentado, a propósito del compromiso del domingo, de que la UE no sea suficientemente temida en la escena internacional porque no se atreve a afirmar su potencia, Lombard se esforzó en subrayar que la posición francesa ha sido constante.
Una posición, dijo, que ha consistido en «asumir una relación de fuerza con un país amigo, con un país aliado, con un país socio, pero que ha provocado una tensión comercial que no era la voluntad europea».
El ministro reconoció que esa posición francesa «no ha sido siempre la del conjunto de los países de la Unión Europea», y es lo que había querido recordar con su intervención Macron, para quien la forma de «ser temido» en la escena internacional «es también una cuestión de credibilidad y de demostración de potencia.
«De forma manifiesta, no se ha escuchado al presidente» francés, lamentó el titular francés de Economía y Finanzas.
En cualquier caso, Lombard estimó que el acuerdo del domingo es el mejor posible en las circunstancias actuales, sobre todo si lo compara con los compromisos que han obtenido con Estados Unidos China o el Reino Unido, que según su análisis son todavía menos favorables.
«No estoy seguro de que con otros métodos podríamos haber llegado a un mejor acuerdo», puesto que el anunciado el domingo fija un arancel máximo del 15 %, con la posibilidad de consensuar exenciones a uno u otro sector.
EFE